“No se puede ser rehenes de situaciones de capricho y que un grupo muy reducido ponga en riesgo más de 150.000 empleos” dijo ayer el Ministro Sergio Massa en una reunión con dirigentes de las Cámaras Empresariales de la Industria Automotriz, en referencia al conflicto que mantienen patrones y trabajadores de las fábricas de neumáticos. Con ese argumento propuso que si no se levanta el paro va a liberar la importación de cubiertas.
El conflicto tiene más de seis meses estacionado en el Ministerio de Trabajo de la Nación, en el que las Cámaras empresarias y el sindicato (SUTNA) vienen negociando sin acuerdos. Como es propio en este tipo de conflictos cada parte sostiene sus intereses en posiciones con argumentos y fuerza social.
Los trabajadores al inicio plantearon rever el acuerdo salarial 2021/22 para recuperar lo perdido por inflación no prevista y recuperar una cláusula de Convenio Colectivo de Trabajo derogada por Menem que le asignaba mayor valor a las horas trabajadas sábados y domingos.
Las patronales quieren mantener los sueldos por debajo de la inflación en el periodo perdido, lo que significa en términos sencillos bajar los salarios y, además, se oponen a restablecer conquistas de convenio que ellos mismos tumbaron en la década menemista.
Los empresarios, además de poner en movimiento el apoyo mediático solventado en una de las pautas publicitarias más importantes del mundo, han apelado al cierre de los establecimientos fabriles y a la amenaza (nada original) de levantar las plantas del país, donde según sus propios balances obtienen ganancias extraordinarias. También, han puesto a la cadena de la industria automotriz de la que forman parte a operar a su favor para presionar en todos los ámbitos de decisión.
El Sindicato de los trabajadores sostiene su posición con la herramienta más efectiva que dispone: el paro, que se ha ido dosificando en una lucha bastante larga y sostenida en asambleas de base. La efectividad de la medida de fuerza es tal, que ha parado la producción de sus plantas y de parte de la cadena industrial que puede ser afectada en su conjunto. Lo que demuestra un alto compromiso y organización de los 9000 trabajadores del sector y el lugar estratégico que ocupan en la industria.
De esto es lo que se queja la patronal y el coro de voces pautado en los medios de difusión.
Los grandes medios se han ubicado en una predica abiertamente pro-patronal y anti -obrero, difundiendo información falsa e impulsando una campaña claramente discriminadora en lo político e ideológico que agudice todo tipo de prejuicios sociales y racistas, para aislar en este caso a los trabajadores del neumático, y preventivamente generar anticuerpos ante el posible incremento de los conflictos sindicales y de otros sectores sociales a causa del proceso de alta inflación que tiende a mantenerse estable y el ajuste ortodoxo aplicado por el Ministro Massa.
Los trabajadores del neumático actúan con eficacia y dignidad en ejercicio de sus derechos democráticos, que en Argentina tienen base en la Constitución Nacional según dice su artículo 14bis.
Hasta este momento el Ministro de Trabajo solo había prestado sus oficinas para que las partes negociaran, sin intervenir y aportar iniciativas. Sorpresivamente fue reemplazado por el Ministro Massa en una reunión convocada con la cadena productiva de la industria automotriz, en la que resolvió intervenir con dos iniciativas: “poner a disposición de las terminales automotrices el stock de piezas incautado en la Aduana para que puedan seguir produciendo” y abrir la importación de neumáticos si no se restablece la producción inmediatamente. Si se toma en cuenta que las empresas son trasnacionales, en los hechos se las autorizo a importar mientras haya paro obrero. Del cierre y paro patronal no se dijo una palabra.
Massa decide en este caso ponerse a favor de los dueños de la industria del neumático. Cuando fue designado Ministro ya anuncio como uno de sus principales proyectos al que denomino de “Promoción de la Industria Automotriz”, que el Congreso de la Nacion transformo en Ley el 8 de setiembre pasado y que en esencia beneficia con exenciones impositivas por la próxima década, a la importación y exportación de esta industria y directamente a la del neumático como parte de la cadena de valor.
Ahora con estas dos medidas, con las que interviene dentro de la competencia del silente Ministerio de Trabajo, apunta a debilitar el conflicto sindical sostenido por el SUTNA, aislándolo y haciendo las veces de un “rompe-huelgas” de la macro economía y mostrándose como un “capo del puerto” que dice que entra y que sale al estilo romano.
Retomando el inicio de la nota y reconduciendo la frase del ministro a su acción, quedaría algo así como “No podemos ser rehenes de obreros “caprichosos”, pero si ser rehenes del FMI y los exportadores de soja”.
* Carlos Vicente es abogado laboralista.
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