A pocos días de la elección presidencial, los trabajadores deben votar presidente con memoria.
El presidente Mauricio Macri, incumplió sus promesas electorales para con los activos argentinos. Recuerden esa memorable frase: “En mi gobierno, los trabajadores no van a pagar impuesto a las ganancias…”. Finalmente, no sólo no eliminó este tributo confiscatorio y regresivo para el obrero, sino que aumentó el número de trabajadores que lo pagan actualmente.
Gobiernos nacionales anteriores, sin lugar a dudas no dieron respuestas a algunas problemáticas del pueblo trabajador. Pero el actual gobierno nacional, se ha caracterizado ser anti obrero.
En sus comienzos, se estigmatizó a los trabajadores estatales, a los grandes dirigentes sindicales combativos (aquellos que siempre lograron paritarias dignas para sus representados y que nunca consintieron por acción u omisión, el avance sobre Convenios Colectivos, derechos y conquistas históricas), y a los abogados laboralistas (quienes defienden en sede judicial al trabajador), entre otros.
Hubo casos de algunos sindicalistas, que por otro lado, sí fueron funcionales al avance sobre sus representados, sobre su propio Convenio Colectivo, algo que no se puede esconder debajo de la alfombra, porque es una dolorosa realidad que la ha padecido cada trabajador y cada trabajadora de esa actividad.
Un papel bochornoso, fue el que tuvo a nivel nacional la conducción de una C.G.T., que ha sido absolutamente indiferente a la grave situación del laburante, tibia en su actuar gremial, y genuflexa en relación a su posición frente el poder político.
Existen actividades estatales y privadas, que no vienen teniendo paritarias (lo que desde ya es inadmisible e inaceptable).
¿Dónde está la intervención de la Secretaría de Trabajo de la Nación, frente a esta situación, con un país que tiene una inflación interanual que ronda el 60%?
Hay que recordar que el salario tiene protección legal a nivel nacional (Constitución Nacional y leyes nacionales), como así también internacional (Tratados Internacionales).
Tampoco hay que olvidar, que el gobierno del Presidente Macri ha intentado avanzar en la nefasta reforma laboral, mediante un proyecto de ley que se presentó en el Congreso.
Al no poder lograrlo, se permitió que se avancen otras formas de flexibilización laborales de hecho, mediante el ingreso por ejemplo de plataformas (Apps), con figuras de mono tributo y no registrando a los trabajadores en relación de dependencia y con todos los derechos laborales que tienen los activos registrados en suelo argentino.
En la práctica, esta iniciativa legislativa, siempre apuntó a avanzar sobre derechos y conquistas obreras; y fundamentalmente, en desmedro de los trabajadores argentinos.
Las medidas económicas que se han tomado en estos casi cuatro años, solo beneficiaron a un sector reducido y acomodado de Argentina, pero perjudicó a la clase trabajadora con tarizafos, inflación elevada, destrucción del poder adquisitivo, empobrecimiento familiar, entre otras cosas.
Es tiempo de empezar a reconstruir, todo lo que en cuatro años se ha destruido por el actual gobierno nacional; es tiempo de devolverle la dignidad, el trabajo, y el poder adquisitivo a la clase trabajadora argentina. Para ello, será necesario apostar a un gobierno nacional y popular.
* Carlos Emanuel Cafure es abogado laboralista.