Las comisiones de Legislación del Trabajo y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados de la Nación emitieron ayer un nuevo dictamen tomando en cuenta la media sanción del Senado y proyectos similares presentados por los diputados nacionales, Gabriela Estévez y Martín Llaryora.
El jueves 15 de noviembre del año pasado, el Senado de la Nación le había dado media sanción a un proyecto de Ley de emergencia laboral en Fabricaciones Militares que ingresó con la firma del Senador cordobés Carlos Caserio.
Ahora, para que se trate este dictamen, habrá que esperar a que se desarrolle una sesión de la cámara baja.
El dictamen amplía el alcance de la emergencia aprobada por el Senado, disponiendo la reincorporación inmediata de todos los trabajadores cesanteados de la Dirección General de Fabricaciones Militares –tal como lo planteaba el proyecto de Estévez- entre diciembre de 2017 y agosto de 2018. La media sanción del Senado sólo reconocía a los despedidos de las plantas de Villa María, Río Tercero y Fray Luis Beltrán, dejando fuera a los despedidos de Azul, San José de Jáchal y Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En segundo término, la iniciativa prohíbe “nuevos despidos y suspensiones por el plazo de 360 días”. En este aspecto no hubo modificaciones. Y, por último, crea “una mesa de trabajo que en un plazo de 360 días debe presentar al Poder Ejecutivo una propuesta de recuperación económica de Fabricaciones Militares. En la media sanción, la mesa estaba conformada por representantes de ATE, de las comisiones de infraestructura, industria y trabajo de ambas cámaras y por delegados de los ministerios de Defensa y de Hacienda. El dictamen de Diputados incorpora a las comisiones de defensa de ambas cámaras”.
Por su parte, Estévez afirmó que “Este es un paso muy importante en la reconstrucción de Fabricaciones Militares. En los últimos tres años y medio hemos visto el ensañamiento del presidente Mauricio Macri y el ministro de Defensa Oscar Aguad, en desguazar Fabricaciones Militares, despidiendo cientos de trabajadores y cancelando sus principales proyectos productivos y de desarrollo tecnológico. Junto a los compañeros de ATE y las familias de los trabajadores venimos dando esta lucha necesaria y urgente, para que los despedidos de Villa María y Río Tercero recuperen su trabajo y para que sus plantas vuelvan a funcionar en toda su capacidad, generando un círculo virtuoso de consumo y crecimiento de nuestras economías regionales”.