(Por Máximo Brizuela *). Ante la reciente confirmación de la proscripción de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner para ejercer cargos públicos y ser candidata en futuras elecciones, desde la organización gremial que represento,– una institución comprometida con los valores democráticos y el respeto al Estado de derecho-, es de suma preocupación el rumbo que toma la vida institucional de nuestro país.
En Argentina, donde el voto popular es la máxima expresión de la voluntad ciudadana, este tipo de decisiones no deben leerse como meros actos judiciales, sino como hechos de alto impacto político que comprometen la salud de nuestra democracia.
No se trata de defender a una persona en particular, sino de preservar el derecho de todos y todas a elegir libremente a sus representantes, sin interferencias ni condicionamientos.
El funcionamiento del sistema judicial que, lejos de actuar con independencia y equidad, responde de manera cada vez más a intereses del poder político y económico. La selectividad en las causas, la disparidad en los tiempos judiciales y la distinta vara con los que se juzga a distintos actores de la vida pública, generan un clima de desconfianza que debilita la credibilidad de las instituciones.
La caída del salario real, la pérdida de empleos, la paralización de sectores de la producción nacional, afectan de manera directa a millones de compatriotas. Las decisiones del gobierno nacional, lejos de ofrecer respuestas, agravan la situación con un modelo económico que excluye y empobrece. Mientras la justicia desvía la atención, los problemas reales de los argentinos/as siguen sin resolverse
Encarcelar o proscribir a una dirigente política no mejorará la economía, no generará empleo ni aliviará el sufrimiento de quienes hoy viven con incertidumbre y necesidad.
Debemos seguir respetando las bases del sistema democrático y a volver a poner en el centro de la agenda pública las verdaderas prioridades del pueblo argentino: el trabajo, la producción, la salud, la educación y la dignidad.
* Máximo Brizuela es secretario General del Sindicato Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF).
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