Un hombre con una patología respiratoria tuvo que esperar 29 horas para ser internado por falta de camas para hacerlo. Finalmente, pudo ingresar en el Hospital Ferreyra este miércoles a las 19:00.
ENREDACCIÓN accedió a la información de fuentes del sector Salud, que detallaron el peregrinar de este paciente, cuya salud se agravó. El hecho evidencia la baja dotación de recursos y la situación de colapso del sistema de salud público y privado frente a la demanda producida por bronquitis, neumonía y otras enfermedades respiratorias disparadas a partir de las bajas temperaturas.
El hombre que vive en un centro para adultos mayores en Córdoba Capital, estuvo el martes 4 de junio, entre las 12:00 y las 18:00, esperando en la guardia del Hospital Ferreyra hasta que se habilitara un lugar para su internación. Como no se liberó ninguna cama, el enfermo fue regresado al Hogar donde vivía.
Como su estado de salud empeoró (el diagnóstico es “edema pulmonar”), al mediodía de este miércoles el servicio de emergencias lo trasladó nuevamente al Ferreyra. Como el hospital continuaba sin “cama disponible”, se solicitó lugar en Clínica Romagosa, Clínica Vélez Sarsfield y Sanatorio Francés, pero tampoco había disponibilidad para internación. Lo cierto, es que recién a las 19:00, 29 horas después del momento en que debía ser internado, se lo pudo internar en una sala especial del Hospital Ferreyra.
De este modo, este miércoles, ECCO, el servicio de emergencias que lo trasladaba, tuvo que hacerse cargo del paciente durante siete horas en las que el sistema no tuvo respuesta.
La situación no es exclusiva del sector de internación y se extiende al conjunto de los servicios de atención médica. En los distintos hospitales de Córdoba Capital se producen a diario, desde hace dos semanas, quejas e incidentes por las largas demoras para que un paciente pueda ser atendido por un médico en consultorio. Algunos pacientes revelaron haber estado más de 12 horas esperando acceder a la atención de salud. En muchos casos, se registran situaciones de tensión, e incluso, en algunos hechos, llegó a intervenir la Policía para calmar los ánimos.
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