En 1995, ni YouTube ni Spotify existían con sus listas de reproducción en las que suenan temas de cualquier rincón del Planeta. Ni siquiera Internet era masivo y todavía se usaba el teléfono fijo. Ese año, en el que las De Boca En Boca se formaron, el concepto “globalización” era incipiente, pero ellas trajeron a Córdoba canciones tradicionales de todas partes del mundo.
Veinticinco años después, Viviana Pozzebón, Soledad Escudero, Marcela Benedetti y Alejandra Tortosa, se reunieron nuevamente para celebrar y revivir el ritual de voces y percusión con el marcaron la escena musical argentina. Serán dos shows, sábado 13 y domingo 14 de noviembre en Ciudad de las Artes, en los cuales estarán solamente ellas y sus instrumentos, haciendo magia.
“Cuando las cuatro estamos en armonía surge un quinto elemento que nos supera”, confiesa Vivi Pozzebón en diálogo con ENREDACCIÓN, mientras ajustan detalles en los últimos ensayos. “El otro día estuvo en uno la hija más chica de Sole, que tiene 13 años y que no había nacido cuando nos separamos. Al terminar le dice: “mami ustedes son como cuatro fichas de un rompecabezas, que cuando se insertan, surge algo mágico””, cuenta. Además, la cantautora y percusionista cordobesa revela que están expectantes por la repercusión en oyentes de las nuevas generaciones.
De Boca En Boca ya tuvo un reencuentro en 2016. En aquella oportunidad, la revista La Central las convocó para editar una recopilación de su material, lo que sería su cuarto álbum Antología. Quedaron motivadas y regresaron al escenario. Este año, los ensayos para celebrar el aniversario veinticinco, las incentiva a continuar. “No tenemos un plan a seguir, pero sí ganas. Vamos viendo sobre la marcha porque cada una tiene proyectos de todos estos años y hay que combinar con todos. Estamos muy contentas de volver a juntarnos, de desempolvar esas cancines y de escucharnos a las cuatro juntas cantar”, comenta.
¿Qué balance hacen de estos veinticinco años?
Cuando recorro el país me encuentro con mujeres que han sido incentivadas por nosotros a tocar la percusión. Después de De Boca En Boca aparecieron grupos similares, música vocal, tambores y mujeres. Hemos sido un antes y un después en la música de Córdoba, y por qué no de Argentina, si cuando hemos ido a Buenos Aires en la década del´90, éramos originales. Por otra parte, todavía no estaba tan consiente como hoy la bandera del feminismo, pero inconscientemente ayudamos o hicimos nuestro aporte a poder ver mujeres arriba del escenario. Hoy ya está la ley del cupo femenino. Han cambiado para bien un montón de cosas, todavía falta, sentimos que somos parte de sumar un granito de arena a ese cambio.
¿Cómo describirías la magia que producen las cuatro cantando y tocando juntas?
Aparece un quinto elemento que es el resultado de las cuatro, es algo que te supera, que a una misma hace admirar cuando estás cantando, porque es como si no fueras vos, sino que a través tuyo pasara una información que vas más allá de vos. Y más en estas músicas de distintos lados del mundo, que hablan del día a día, de la cosecha, del mar, del dormir a un niñe. Si bien no sabemos cada palabra que se dice, todo ese sentimiento, ese espíritu está en las canciones. La magia se da porque aparece algo que es común a toda la humanidad y es con dos elementos tan fuertes y compartidos, que son la voz y la percusión. Es muy potente cuando eso se junta, en nosotras y para quien lo recibe.
TAMBORERA
De Boca En Boca pausó su camino en 2005. Durante esos años editaron tres discos: Música de mundos (1998), De Boca en Boca (2001) y Después del mar (2005). También lograron repercusión internacional, con presentaciones en el exterior y colaboraciones con artistas de renombre. Uno de ellos, Rubén Blades quien las llamó para su trabajo Mundo, ganador de un Grammy en 2003. “Escuchando a De Boca En Boca cantar, resulta difícil creer que estas voces son de Argentina y no de Senegal”, dijo el panameño sobre el cuarteto.
Tras la separación del grupo, cada una siguió con su carrera profesional. En el caso de Pozzebón se consolidó como solista, con Tamboorbeat (2009), Madre Baile (201) y Vivir en la tierra (2015). Además, dirige junto a Liliana Zabala, percusionista cordobesa radicada en Suiza, el colectivo Tamboreras. Mujeres al tambor desde hace once años.
Por estos días, los diversos proyectos de Vivi se superponen en la agenda. A los conciertos De Boca En Boca, se suma el lanzamiento del tema “La Capitana”, un homenaje a María Remedios del Valle, la “Madre de la Patria”, por el Día del Afroargentino. También, está dando a conocer los singles que conforman su próximo EP, Tamboreras por el mundo. Vol I., para el cual convocó a mujeres percusionistas de diferentes países. Ya se puede escuchar “Coplas tamboreras” y el 19 de noviembre estará disponible un nuevo corte.
De Boca En Boca presenta el show “La vuelta al mundo en canciones”, y vos estás por lanzar “Tamboreras por el mundo”, aparece mucho la palabra mundo ¿Por qué?
Siempre me gustó esta forma de ampliar la mirada sobre lo que hacemos. Estoy pensando en el mundo, sintiéndome parte y lo tengo presente, con una visión más abarcativa de la humanidad. Siento que mi música, más allá de De Boca En Boca, va hacia a las cosas más profundas, las primordiales y básicas, aquello que nos distingue como humanes. Alguien me definió como antropóloga de la música, porque me interesa recalar en los orígenes de cada música, relacionarlas y ver los puntos en común en las diferentes culturas.
“Es un despertar de que somos parte de una red, que nos tenemos, nos cuidamos y podemos ser más fuertes estando juntas”.
¿Qué has descubierto en los encuentros con otras tamboreras?
Con el proyecto “Tamboreras” hacemos retiros, por ejemplo del 20 al 22 de noviembre tenemos uno en Traslasierra, luego el 24 de enero otro en la Patagonia. En esos encuentros incentivamos a las mujeres a tocar y a empoderarse a través de la percusión. También, en este EP invito a otras mujeres percusionistas profesionales del mundo a hacer nuevas canciones, una idea que surgió de unas charlas que dí por Instagram durante el confinamiento. Allí hablábamos de dónde eran, su formación y tratar de ver puntos en común en esto de ser mujer y ser percusionistas. Noto que recién ahora nos estamos encontramos y armando redes.
¿Qué significa empoderarse con el tambor?
Se logra primero siendo varias tocando. Escucharnos, sentir la vibración que te da el tambor y tocar colectivamente. Los retiros son además espacios de convivencia, donde se genera una vivencia a través de los ritmos de todo lo que nos pasa a las mujeres cantando nuestras experiencias, contando nuestras vidas, por qué llegaste a ese lugar. A partir de ahí, está en cada una cómo lo desarrolla. No es exclusivo para profesionales, es un espacio de recreación y encuentro, que va más allá de la percusión. Sobre todo es un despertar de que somos parte de una red, que nos tenemos, nos cuidamos y podemos ser más fuertes estando juntas. Eso te da el tambor y tocar en grupo.
PARA AGENDAR
Sábado 13 y domingo 14 de noviembre, a las 22, en Teatro Ciudad de Las Artes, Av Pablo Riccheri 1955.
PARA VER
Documental Tamboreras. Mujer al tambor
Documental Madre Baile
PARA ESCUCHAR
En Spotify
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