El vértigo de la última semana en torno al triste final de la historia de Santiago Maldonado, junto a todas las implicancias jurídicas, sociales y penales que tuvo el caso, finalmente no se trasladó a la arena política.
Era la gran incógnita que se había planteado en momentos en que la cuenta regresiva hacia las urnas parecía delinear un peligroso tobogán para el gobierno y sus aspiraciones.
Cuánto podría influir el caso Maldonado en el ánimo de los votantes era una pregunta que develaba al gobierno de Cambiemos, al punto que en la misma jornada en que se encontró el cadáver en el Río Chubut, el gobierno encargó una polémica encuesta sobre su impacto en el ánimo de la gente, que enardeció a muchos usuarios de las redes.
El dramatismo del desenlace en el que se entretejieron las noticias del hallazgo, la identificación del cuerpo, las palabras de los familiares, los datos preliminares de la autopsia, describió una alocada montaña rusa en la que los diferentes actores políticos intentaron posicionarse. También el gobierno.
El temor al impacto comenzó a disiparse el sábado por la mañana. El dato sobre la falta de heridas en el cuerpo del muchacho devolvía la calma a un gobierno que parecía acorralado entre las acusaciones de desaparición forzosa y encubrimiento.
Ayer por la mañana, la escuela en la localidad de 25 de Mayo, en provincia de Buenos Aires, donde Santiago Maldonado hubiera votado, apareció demarcada con imágenes del muchacho, en una especie de homenaje al votante que ayer estuvo ausente.
Santiago no pudo votar su pueblo. En el partido de 25 de Mayo, Cambiemos se impuso con el 53,77 % de los votos, muy lejos de Unidad Ciudadana que sumó 29 puntos.
A la luz de los resultados, el voto de Santiago tampoco se sintió en ningún otro distrito.