Durante la década de los 90’, proliferaron los Vip (Very Important Person) en boliches bailables, restaurantes, espectáculos deportivos y eventos públicos en general. Espacios apartados, exclusivos, diferenciados del resto de las personas, en el que los que acceden (rico/as o famoso/as) se muestran consumiendo y rodeados de mujeres objetivadas que encajan con los estándares de belleza impuestos por los medios hegemónicos de comunicación. Excepcionalmente pueden acceder quienes sin ser ni ricos, ni famosos, logran una efímera fama o “amistad” con ese selecto grupo habituado a ser considerado personalidad importante por el hecho de pagar más caro, por derrochar sin culpas o por ser un excéntrico que permite que otres ganen dinero.
Quienes están afuera desean poder ingresar (es parte del juego): generar el deseo del otro, incluso la envidia. El Vip, marca un adentro y un afuera; un segundo nivel de inclusión para quienes sin entrar al Vip disfrutan de la fiesta, y un “segundo afuera” en el que no es posible entrar por discriminación física y simbólica del personal de vigilancia (en el rubro son conocidos como patovicas). Un tercer o cuarto nivel para quienes ni siquiera intentan ingresar por autoexclusión. El Vip es una materialización metafórica de la sociedad argentina construida en los años 90’ en lo económico-cultural.
El 2021 dio comienzo con un escándalo que determinó la renuncia del Ministro de Salud de la Nación Ginés González García (1). Paradójicamente era el titular de salud con el que se restituyó el rango de ministerio a la menguada Secretaria de Salud que había achicado el gobierno neoliberal de Mauricio Macri.
Luego de haber democratizado el acceso a la medicación y enfrentarse a la industria farmacéutica cuando ocupaba el mismo cargo en el gobierno de Néstor Kirchner y haber impulsado la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo para atender la problemática sanitaria que sufren principalmente las mujeres de bajos ingresos, fue la declaración pública del periodista extitular del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) y referente en la defensa de los derechos humanos Horacio Verbitsky (2), el que al haber sido invitado a vacunarse en un lugar exclusivo del Ministerio de Salud y formar parte de una lista de “personalidades importantes”, obligó al Presidente a solicitarle la renuncia.
Como una casualidad, pocos días antes fallecía el expresidente Carlos Menem (3). Símbolo de la ideología neoliberal en la Argentina y referente de la excéntrica práctica Vip, que consistió desde la radicalización privatista (característica de su gobierno) en la proliferación de sectores Vip´s, barrios privados y Vip, escuelas privadas Vip, sanatorios privados con sectores vip, restaurantes, boliches bailables, clubes y todo espacio de socialización se diferenció en público (educación y salud principalmente) de acceso para las clases sociales de ingresos bajos y medio-bajos; privados para quienes pagan por su acceso y servicios y dentro de estos, quienes pagan o cuentan con una atención diferencial: Vip.
Según Wikipedia (4) el término “Very important person” (o en ruso viesima imenitaia persona) empezó a usarse entre 1927 y 1934, nació en el idioma de los emigrantes rusos (muchos de los cuales eran los aristócratas) que vivían en la República Francesa y viajaban al Reino Unido. La expresión llenaba hasta cierto grado los títulos perdidos en 1917, tras la Revolución rusa, de los ex nobles que les concedían el derecho de privilegios. Es decir, una manera de resistir a sus posiciones sociales y trato diferencial.
La práctica cultural, es coincidente con el imaginario del Orden que ya hemos descripto en otras columnas (5), y que tiene su máxima expresión en el capitalismo neoliberal. Ese orden se grafica como una pirámide, en el que los Vip están arriba de otros con los que hay que diferenciarse simbólica y territorialmente. Así, los Vip se extendieron hasta en los sectores académicos, políticos y culturales de todas las corrientes ideológicas. Ser Vip, es ser más que los otros, que son comunes, que son iguales. Ser Vip es ser parte (¿efímera y temporariamente?), de una distorsionada imagen aristocrática.
La naturalización del Vip, es una práctica resignificada en nuestra realidad cultural, al punto que los cuestionamientos al uso individual del tráfico de influencias para la gestión de trámites, lograr una atención preferencial o rápida esquivando los procedimientos que deben seguir “los comunes”, se suele hacer por no acceder en esas condiciones Vip, pero la práctica es sostenida cuando toca la posibilidad de acceder; llegando al punto de enrostrar a los demás la patética imagen del “hoy soy Vip”.
La pandemia, dice Slavoj Žižek (6) es un golpe al capitalismo neoliberal y las reacciones de concentración de la riqueza y superexposición que vemos luego de un año de que el mundo cambiara indefectiblemente, es parte del proceso. La resistencia de los ricos y de quienes quieren parecerse para sostener ese Orden prepandemico, aunque solo sean propietarios de la tierra de sus macetas (parafraseando a Arturo Jauretche) es parte de lo mismo. Es lo que hizo la aristocracia rusa para sostener sus títulos nobiliarios.
En las grandes ciudades argentinas y Córdoba en particular, existe un hegemonismo cultural del “Imaginario del Orden”; el cual se manifiesta en discursos autoritarios, tradicionalistas y conservadores, es representado en símbolos religiosos, coloniales y propios de las peores prácticas del ejército dictador. En lo económico es esa fiesta nocturna de “aristócratas de cotillón” (7) en la que se toma vino espumante argentino en copas de plástico, pero se lo nombra como la antigua provincia francesa.
La pandemia, expone a la oligarquía terrateniente nacional con origen en la distribución de tierras durante la colonia, concentrada en la iglesia conservadora, la Conquista del Desierto y sus prácticas de ocupación, desplazamiento e imposición cultural a los sobrevivientes; y a los nuevos ricos de los años 90’. El sector Vip ya no quiere invitar ni siquiera a sus efímeros amigos circunstanciales. Cada día son más quienes no pueden ingresar ni siquiera a la fiesta, el patovica los deja afuera y los ricos se van quedando solos en su fiesta plutocrática.
Los movimientos populares ocurridos en los últimos años en Sudamérica con movilizaciones multitudinarias, cuya más reciente y actual manifestación es Colombia, obliga a salir del Vip que aun algunes trabajadores pretenden en sus cabezas y asumir la vida real. Se trata de sobrevivir y solo podemos hacerlo con otres.
La realidad pandémica está obligando al Estado a cerrar el Vip y abrir las puertas de acceso para evitar una toma de las masas del espacio exclusivo y expulsión de sus decadentes personalidades. Mediante impuestos, controles e identificación de quienes estuvieron desde hace tiempo en esas fiestas (en muchos casos clandestinas), los Estados deberán generar las condiciones para que las manifestaciones populares del continente se conviertan en una gran fiesta popular en las calles, en las que se comparte lo que hay, en las que se disfruta del encuentro y la simplicidad de la vida colectiva.
* Darío Gómez Pucheta es licenciado en Trabajo Social y Doctor en Administración y Políticas Públicas.
1: Argentina: renuncia el ministro de Salud, Ginés González, por el escándalo ‘vacunación VIP’ (France24) https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20210219-argentina-alberto-fernandez-renuncia-ministro-salud-vacunacion-covid19
2: Vacunaciones: El escándalo por acomodos para recibir la Sputnik V (Página 12) https://www.pagina12.com.ar/324911-vacunaciones-el-escandalo-por-acomodos-para-recibir-la-sputn
3: Muere Carlos Menem, el excéntrico presidente argentino que llegó al poder como caudillo populista y gobernó como capitalista (BBC) https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56063269
4: Vip: https://es.wikipedia.org/wiki/Vip
5: Desarrollamos esta categoría en el libro Córdoba y el Derecho a la Ciudad ¿Quién tiene el poder?
6: Žižek, Slavoj (2020) Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de ‘Kill Bill’ y podría conducir a la reinvención del comunismo. Publicado en Russia Today 27 de febrero, 2020.
7: Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en el tema Blus de la artillería, del disco “La Mosca y la Sopa” de 1991 usan la expresión “aristócratas de cotillón”.
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