Argentina acordó este miércoles con China la ampliación del uso del swap de divisas por 47.000 millones de yuanes, equivalentes a US$ 6.500 millones que se sumarán a las reservas de libre disponibilidad, lo cual según indicó el ministro de Economía, Sergio Massa, permitirá tener una mayor “capacidad de intervención” en el mercado de divisas y acelerar el pago de importaciones de las pymes.
La activación del segundo tramo, con carácter inmediato, será aplicado a “objetivos de desarrollo del comercio bilateral y a la estabilidad de los mercados financieros en Argentina”, indicó el Banco Central.
El acuerdo terminó de cerrarse en las últimas horas en una reunión bilateral que el presidente Alberto Fernández mantuvo con su par de la República Popular China, Xi Jinping, en el Gran Palacio del Pueblo de la ciudad de Beijing.
“Mantuve una reunión bilateral con el presidente de la República Popular China, Xi Jinping. Me ratificó la ampliación del ‘swap’ en 47.000 millones de yuanes, equivalente a US$ 6.500 millones. Es una garantía para que la Argentina siga creciendo con producción y trabajo”, señaló Fernández al anunciar el acuerdo de intercambio financiero con el gigante asiático a través de un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, antes conocida como Twitter.
“Es una enorme noticia para el fortalecimiento de las reservas argentinas para acelerar todo lo que es el pago de importaciones pymes y también para tener capacidad de intervención en el mercado”, destacó Massa en diálogo con Radio 10.
El swap -remarcó Massa- “permite, además, que nadie dude respecto de la capacidad de pago de los vencimientos de Argentina ante el Fondo Monetario Internacional en los próximos dos meses”.
En ese sentido, reafirmó que “la semana que viene” el país va a proceder a “precancelar los vencimientos del FMI para que no haya incertidumbre alrededor de ese tema”, los cuales están estipulados en US$ 2.600 millones.
El calendario preveía tres vencimientos: el 6 de octubre por US$ 1.280 millones, el 12 de octubre por otros US$ 640 millones y un tercero por US$ 673 millones el último día hábil del mes.
“Pero sobre todas las cosas, en un momento en el que la economía argentina cruzó el año de la peor sequía de su historia, (el swap) nos da la tranquilidad de tener una garantía para que no tengamos presión sobre los dólares financieros, para que tengamos tranquilidad en reservas y para que aquellos que tienen actividad económica cruzada por importaciones tengan la posibilidad de acelerar esos pagos”, aseveró el ministro.
El acuerdo es una “gran noticia que tranquiliza mucho y nos da mucha capacidad de maniobra”, valoró el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP).
El actual intercambio de monedas con el gigante asiático se prorrogó por tres años desde junio de este año, y equivale a 130.000 millones de yuanes, es decir, US$ 19.000 millones.
El “swap” o intercambio de monedas permite, mientras no se active, que se computen los yuanes como reservas brutas para fortalecer las cuentas, es decir, principalmente como un asiento contable.
Su activación habilita a convertir los yuanes en dólares, permitiendo su uso para pagar deuda, importaciones en moneda estadounidense o para la intervención en el mercado cambiario, es decir, computándose en las arcas del BCRA como reservas netas o de libre disponibilidad.
En ese caso, el uso del “swap” implicará la contracción de endeudamiento con China: los yuanes que utilice Argentina deberán ser devueltos por el Banco Central a su homólogo chino junto con el pago de una tasa de interés calculada en base a la tasa interbancaria de Shanghái (Shibor).
La tasa que paga la Argentina por este préstamo es más baja que la de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial.
Por ejemplo, por el crédito contraído en 2018 por el Gobierno argentino con el FMI la tasa de interés se compone de un promedio ponderado de las tasas de sus principales socios, cuyas monedas conforman los DEG -dólar, euro, libra, yuan y yen- más 100 puntos básicos.
Esta tasa se encuentra en 5,2%, cifra sobre la que la Argentina paga 300 puntos básicos adicionales como sobrecargos, por tener un préstamo que excede su cuota con el Fondo, lo cual eleva el interés al 8,2% anual.
En cambio, por el swap chino, el país paga la tasa de interés Shibor, cercana al 2,5%, más entre 200 y 400 puntos básicos, lo cual totaliza entre 4,5% y 6,5%.
Massa, en ese sentido, destacó que la tasa de interés es de “casi la mitad de la del FMI y 10 veces menos de la del bono a 100 años” emitido por el gobierno del expresidente Mauricio Macri.
Por su parte, respecto de las importaciones, Massa anticipó que, con el swap ya activado, “a partir del día de hoy” comenzará “un trabajo de Aduana, Secretaría de Comercio y el Banco Central” para “acelerar” las mismas, facilitando así los procesos productivos.
Tras lo cual, apuntó contra la “falta de mirada y de cuidado y de cuidado alrededor del ahorro de los argentinos por parte de algunos candidatos”, en alusión a las declaraciones realizadas por el candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei.
Massa, con posterioridad a la entrevista radial, le agradeció en su cuenta de X (exTwitter) al Banco Central Chino y al gobierno de China “por acompañar a la Argentina en el fortalecimiento de sus reservas, en el marco de la peor sequía de su historia”.
Por su parte el presidente del BCRA, Miguel Pesce, recordó que el acuerdo es fruto de un memorándum de entendimiento y de cooperación que posee “con muchos bancos centrales del mundo”, entre ellos el Banco del Pueblo de China.
El financiamiento – señaló en un comunicado- permitirá “atravesar” con “mejores posibilidades” una “situación muy difícil con la caída de recursos por la sequía”, hasta que se consigan “recuperar los recursos por una mejor cosecha que vamos a tener el año que viene”.
En ese sentido, consideró que el “swap” será “un puente que es fundamental para alcanzar ese momento”, e indicó que en 2024 también “comienzan a incorporarse los recursos de las exportaciones de litio y en 2025 las de cobre”
A su vez, el año próximo ya no se va a “necesitar importar ni gas ni petróleo” sino que, por el contrario, el país va a ser “exportador neto de energía”.
“En 2023 esperábamos un incremento de reservas de US$ 4.000 millones que se vio frustrado por la sequía, pero gracias al apoyo del Banco del Pueblo de China estamos construyendo un puente hasta que se de ese mejor momento en nuestra balanza comercial, en la balanza de pagos y en la balanza cambiaria”, concluyó.
> Con información de TÉLAM.
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