Un grupo de organizaciones médicas, sindicales, sociales y ambientalistas reclamaron a los ministerios de Salud de Buenos Aires y Salta que no utilicen un suplemento nutricional a base de soja que se propone para su utilización en niños desnutridos. Dicho suplemento ha sido propuesto por una empresa ligada al agronegocio, pero no se encuentra a la venta en comercios.
Más de 80 organizaciones firman la carta dirigida a las autoridades provinciales. Algunas de ellas son la Red Universitaria de Ambiente y Salud/Médicos de Pueblos Fumigados; Federación de Profesionales de la Salud (FESPROSA); Naturaleza de Derechos; Red CALISA (Cátedras Libres de Soberanía Alimentaria); Colectivo Sanitario Andrés Carrasco, ALAMES Argentina; Red Federal de Docentes por la Vida; Red de Salud Popular “Dr. Ramón Carrillo” Chaco; Asamblea por la salud, la vida y el ambiente de Pergamino; APDH ARGENTINA; Paren de Fumigarnos; Huerquen Comunicación en Colectivo; Paren de Fumigarnos Necochea Quequen; Colectivo de educadores desde el Sur; Asamblea de San Esteban/Dolores; Asociación Maestros Rurales Argentinos Delegación BS.AS.; Junta Vecinal por un Ambiente Saludable de Tandil; y Asamblea San Roque Despierta.
Dicen en el documento enviado a los gobiernos de Buenos Aires y Salta que “el Ministerio de Agroindustria de Buenos Aires ha aprobado recientemente un supuesto alimento llamado Bloque Nutricional para combatir la desnutrición infantil con formato de magdalena (muffin) que es un panificado a base de soja”.
Señalan que “con esta aprobación, el gobierno de la Provincia de Salta hizo un ensayo suministrando este producto a 30 niños wichis categorizados como desnutridos, del poblado de Alto Sierra en Santa Victoria Este de esa provincia. Esta es la población infantil de mayor vulnerabilidad del país y que también registra las más altas tasas de mortalidad infantil, situación generada por la desposesión de sus territorios apropiados por empresarios del agronegocio para cultivar justamente soja”.
Expresan que “esta maniobra propagandística del agronegocio es inadmisible y que, más allá de demostrar una vez más una actitud cínica cercana al sadismo, carece de todo sustento científico y sanitario, por lo que reclamamos que se retire cualquier aprobación del tramposo “muffin” y se impida que se avance en los proyectos de suministrarlos masivamente a las poblaciones vulnerables del Noroeste argentino y del Gran Buenos Aires”.
Explican que “existen amplias y contundentes experiencias de tratamientos de recuperación nutricional a nivel mundial y estos no se realizan con elementos no saludables como la soja. La OMS, la UNESCO y sobretodo Médicos Sin Fronteras (MSF) tienen amplia experiencia en recuperación de desnutridos y la realizan utilizando alimentos en base a maní, no se necesita que el agronegocio argentino invente ahora un superalimento en base a soja”.
Recuerda más adelante que “en 2002, el Presidente Eduardo Duhalde intento paliar el hambre de nuestro pueblo con “soja solidaria” y en esos años la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) consideró que la soja se debía prohibir a niños de 2 a 5 años porque generaba alteraciones hormonales. Además, la soja transgénica que utilizan para este producto tiene una carga de residuos de agrotóxicos que no fue testeada y que convertirá el consumo del suplemento nutricional en un micro envenenamiento continuo”.
Plantean que “la SAP acaba de emitir un clarísimo y contundente informe sobre los efectos de los agrotóxicos sobre la salud infantil, la exposición a bajísimas dosis de agrotóxicos daña el desarrollo cerebral infantil entre otras cosas, esta iniciativa genera más riesgos que beneficios”.
Indican que “el hambre, la desnutrición y la malnutrición de muchísimos argentinos refleja la existencia de problemas estructurales que generan la inequidad y la injusticia social. Desde el punto de vista nutricional el hambre no se soluciona dando este tipo de productos ultraprocesados; lo que se necesita es variedad de alimentos, es necesario que las políticas públicas tomen el concepto de soberanía alimentaria y no se presten a estratagemas del agronegocio que solo agravaran situaciones ya de por sí dramáticas”.
Finalmente exhortan a “preservar la salud colectiva de niños, niñas y adolescentes y de la población en general que habitan en dichas jurisdicciones”, y reclaman que “se retiren los permisos otorgados a Bloque Nutricional y se eliminen los proyectos de provisión masiva a poblaciones de pobres y se abstengan de suministrarlos a persona alguna, es responsabilidad de sus Ministerios por más que estos proyectos se desarrollen en otras áreas gubernamentales”.
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