Rodolfo Suárez, el intendente de Mendoza capital, se convirtió en el nuevo gobernador de la provincia de Mendoza. Fue una victoria sostenida, sobre todo, por el factor local -su gestión en la capital provincial como intendente y la del gobierno de Alfredo Cornejo-, pero también por decisiones nacionales -en particular, la del mandatario provincial de divorciarse políticamente de Macri-.
El radical mejoró la elección de su amigo Cornejo (49,88% a 48,38%), y en la capital Ulpiano Suárez se alzó con la intendencia consiguiendo el 66,4% de los sufragios. Un apoyo gigantesco para el electo mandatario mendocino, tanto en su territorio, como en la provincia. En votos, logró casi 60 mil más que Cornejo.
También amplió la ventaja sobre la alianza peronista. En 2015, Adolfo Bermejo (PJ) consiguió 422.057 votos, el 41,02%, para caer derrotado frente a Cornejo. Ahora, la senadora Anabel Fernández Sagasti, logró 388.484 sufragios, 34 mil menos que Bermejo, que representan unos 6 puntos porcentuales menos (34,97%). Una explicación de esta fuga de votantes, es que la fórmula del Frente Elegí más que “peronizar”, se “kirchnerizó” con la victoria en las PASO de la legisladora nacional. Ese giro no pudo ser atenuado (peronizado) luego por la aparición de Alberto Fernández y los gobernadores del PJ en escena. En un país que se esfuerza por salir de los dos extremos actuales -Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner- y pugna por el centro político y económico, la dirigente peronista fue a contramano y lo pagó en las urnas.
Mendoza es el quinto distrito electoral del país, detrás de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es el mas importante en manos de la UCR y si finalmente, Horacio Rodríguez Larreta, confirma lo que señalan las encuestas y vence en la CABA, será el segundo más relevante de la coalición de centro-derecha que fundaron el PRO y el radicalismo en 2014.
Hubo tres factores nacionales que incidieron además en el resultado:
-El gobernador mendocino, que es además titular de la UCR, decidió provincializar la elección, primero -separando los comicios provinciales de los nacionales-, y la campaña, luego de las Primarias que se desarrollaron en Mendoza en el mes de junio. En las PASO locales, Suárez había caído al 42 por ciento, cuando en 2015 Cornejo había llegado a casi 48 puntos porcentuales. Cornejo borró al presidente Mauricio Macri de afiches, mensaje y actos en Mendoza y se distanció de las decisiones políticas y económicas del titular del Ejecutivo. La decisión fue oportuna y lo confirmaron las PASO nacionales del 11 de agosto, que torpedearon las chances de reelección del empresario-presidente. Sin Macri en escena, la UCR provincial pudo capitalizar la gestión local.
-El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, no resultó suficiente para acrecentar las chances electorales de Anabel Fernández Sagasti. Viajó varias veces a la provincia, sumó a los gobernadores del PJ a un acto en Luján de Cuyo el martes, pero no incidió en el curso de la opinión pública electoral provincial. Una primera conclusión es que pese a haber vencido con amplitud a Macri, ese triunfo no le dio credenciales para modificar todos los escenarios electorales. Otro dato, es que, al divorciarse Cornejo de Macri, su influencia en el electorado mendocino disminuyó, porque el antagonista no era el presidente. Esto revelaría, que el voto es, ante todo, anti-Macri, pero que, si no se trata del titular de la Casa Rosada, la valoración social se modifica, en este caso ayudada porque se trata de una elección provincial y no nacional.
-Mendoza como Córdoba tienen un fuerte bloque electoral de perfil conservador y anti-populista. En la provincia cuyana, los candidatos y referentes de la UCR – Cambiemos lograron fidelizar ese voto.
Algunos de los efectos sobre el escenario general que entrega este comicio son los siguientes:
-Para La Cámpora, se trata de un golpe significativo, porque Anabel Fernández Sagasti era la mayor posibilidad de construir una referente político con alto potencial electoral -por ser Mendoza la quinta provincia del país- por fuera del aparato organizativo que posee.
-Convierte a Cornejo en un líder potencial del radicalismo post-Cambiemos, por el volumen de Mendoza, y por el papel que jugó en el resultado. Habrá que ver, si el gobernador cuyano triunfa en las elecciones de diputados nacionales el 27 de octubre, y si luego puede proyectarse electoralmente más allá de su provincia y del rol legislativo que probablemente tendrá como articulador de la oposición a un eventual gobierno peronista.
-Fernández no recibió ningún cheque en blanco, ni una varita mágica pese a haber triunfado en las PASO y ser el favorito para la elección presidencial del próximo 27 de octubre. Dicho en otros términos, esta elección mendocina estaría mostrando que Alberto es un líder a prueba.