La victoria apasionante de Instituto sobre Atenas en el Ángel Sandrín por solo tres puntos, dejó varias miradas para desglosar de un clásico cada vez más grande. Con ambos equipos cordobeses jugando en un alto nivel competitivo, el partido no dio respiro y cautivó a los 4 mil espectadores que llenaron el estadio. A solo un mes de los playoffs, tanto Atenas como Instituto pelean palmo a palmo entre los mejores del torneo.
PATERNIDAD ALBIRROJA
El primer clásico entre Atenas e Instituto tiene fecha en el año 1930, por lo que lo convierte en uno de los más antiguos del basquetbol argentino, solo detrás de Peñarol -Quilmes, en Mar del Plata, y Obras Sanitarias – Ferrocarril Oeste, en la Ciudad de Buenos Aires. Desde que se fundó la Liga Nacional en 1984, los cordobeses se enfrentaron en 16 oportunidades, Instituto ganó 10 y Atenas 6. Lo curioso es que el Griego le ganó los cuatro partidos disputados en el siglo pasado y la Gloria impuso su paternidad desde 2015 (año en que volvió a la Liga Nacional) ganando 10 de 12 partidos y con una racha de ocho victorias consecutivas que significan 25 meses y 19 días sin perder un clásico (la última victoria del Verde es del 21 de enero de 2016).
RENDIMIENTOS QUE ILUSIONAN
Tanto Facundo Muller como Nicolás Casalánguida se fueron conformes con los rendimientos de sus respectivos equipos y también la gente, a pesar del sabor amargo de los de barrio General Bustos. Es que los dos conjuntos jugaron en un gran nivel colectivo y, sobre todo, propusieron hacerlo a un ritmo muy dinámico durante casi todo el juego. Esa dinámica fue acompañada de buenas decisiones en las ejecuciones ofensivas, por lo que tuvo como consecuencia una elevada efectividad desde la larga distancia. De esta manera el clásico estuvo acorde con los tiempos que corren, donde el básquet moderno apunta a las transiciones rápidas, disminuyendo la talla de los jugadores y priorizando el tiro exterior por sobre el tradicional “de adentro hacia afuera”. Los números ofensivos ponen en evidencia esta propuesta; Atenas lanzó la misma cantidad de dobles que de triples (27 lanzamientos), consiguiendo un 55% en el primer rubro y un 48% en el segundo. En cambio Instituto, estuvo más certero en triples con un 54% (12/22), que en dobles, al promediar un 40% (19/47).
EXPERIENCIA SOBRE JUVENTUD
Ambos DT apostaron a la experiencia por sobre la juventud, en un partido decisivo para el futuro de los dos planteles. Tanto Muller como Casalánguida utilizaron solo tres jugadores de la banca y ninguno de ellos fueron los juveniles. En Instituto, el base juvenil Lucas Reyes (promedia 7,13 minutos) no disputó ningún minuto de juego y en cambio Gastón Whelan jugó 39 de los 40 minutos de partido. En el lado visitante ni Leonardo Lema, ni Mateo Chiarini vieron acción, cuando ambos promedian alrededor de diez minutos por encuentro.
EL NUEVO REFUERZO
Weyinmi Rose le tocó debutar nada más y nada menos que en un clásico, y a pesar de malograr la chance de llevar el partido a suplementario, logró aportarle buenas decisiones ofensivas al equipo. El jamaiquino anotó 10 puntos, repartió 4 asistencias y bajó 3 rebotes en 22 minutos de acción. Con un estilo agresivo a la hora de atacar en el uno contra uno y con experiencia internacional por haber jugado más de ocho años en su selección, este es un refuerzo que promete y mucho para darle profundidad a la rotación del griego.
CLIMA DE FINAL
El Ángel Sandrín volvió a ser una fiesta no sólo por la cantidad de público sino también por el clima futbolero que le inculcaron las canciones de la hinchada albirroja. Acostumbrada a alentar durante los 90 minutos que dura un partido de fútbol, anoche los hinchas se acoplaron a la intensidad y variante que tiene un encuentro de básquet.
GASTON WHELAN X3
-“Fueron muchos minutos los que me tocaron jugar, pero estoy contento porque el equipo ganó y al ganar ya se me borra todo el desgaste que genera este tipo de partidos.”
-“Estoy contento porque el equipo jugó bien y pudo sobreponerse a la falta de claridad sobre el final del partido.”
-“Es el clima ideal que todo jugador quiere tener: cancha llena, con tu gente, en el clásico y por ahí, al ser cordobés, lo vivo más de cerca. Además, defender estos colores en un marco así, es una emoción muy grande.”
FACUNDO MULLER X3
-“Estuve todo el último minuto con la sensación de que el partido no terminaba más y quería que terminara porque pienso que habíamos manejado una diferencia para ganar por más puntos”.
-“Atenas tiene buenos jugadores, buenos tiradores y ellos con dos triples rápidos cambiaron el desarrollo del partido, que por suerte termino del lado nuestro. Por eso el básquet termina en el último segundo.”
-“Me gusto mucho el cambio en la intensidad defensiva que tuvo el equipo en la mitad del segundo cuarto y que lo mantuvo durante todo el partido, creo que ahí estuvo la clave para lograr la ventaja que nos dio la victoria.”
NICOLAS CASALÁNGUIDA X 3
-“Nos vamos con dolor por perder. Es lógico y bueno que tengamos dolor por perder. Pero también sintiendo que el equipo está preparado para jugar en canchas duras, contra buenos equipos, y que cada vez es más evidente que la construcción nos marca evolución.”
-“Los playoffs están cerca y tenemos que llegar bien a esa instancia porque esa es la etapa decisiva. Los partidos de fase regular son todos muy importantes, y el clásico con Instituto era muy importante. No le quitamos mérito a Instituto ni le restamos importancia al partido; pero sabemos que la etapa decisiva se aproxima y nosotros estamos cerca de llegar como queremos”.
-“Felicitar a la gente de Instituto. Jugamos el clásico sin ningún tipo de inconvenientes, como se debe jugar. Se vivió una fiesta, con la familia de Atenas y la familia de Instituto. La verdad, un gusto participar de eventos como este. Somos unos privilegiados los que tenemos la suerte de estar en estos momentos”.
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