El ministro de Economía, Martín Guzmán trazó un crudo escenario de la situación económica argentina y de la negociación de la deuda externa, tanto con el FMI como los bonistas privados. Dijo que el gobierno está ejecutando un plan macroeconómico y planteó que es necesario resolver el tema de la deuda para volver a crecer. Hubo tres definiciones fuertes:
– “Los responsables de la deuda somos todos, el país, los bonistas que arriesgaron y el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
– “No se está planteando una reducción del déficit fiscal primario en 2020. No es sostenible un ajuste con la situación económica del país”.
– “La propuesta sobre la deuda no será amigable ni agresiva, sino sostenible”.
Explicó con toda claridad el esquema oficial para tratar de resolver el principal problema argentino, que es el sobreendeudamiento.
“Es importante entender que el FMI es responsable. Es importante no olvidarnos de nada para hacer las cosas bien en el futuro”, señaló el ministro.
Con el eje puesto en la sostenibilidad, expuso distintos escenarios fiscales y comerciales posibles y planteó que “la situación es dura”, a la par que indicó que en el mejor escenario posible -de tres diferentes-, lo probable es que recién se alcance el equilibrio fiscal en 2022.
“Muchas veces se han hecho promesas rimbombantes que después no se pueden cumplir. Si queremos dar un final de página a los ciclos de sobreendeudamiento recurrentes tenemos que tomar compromisos que sí se puedan cumplir”, sintetizó el ministro poniendo como horizonte “una estructura productiva diversificada, que permita satisfacer el objetivo de la inclusión social y una mejor distribución del ingreso”.
Un componente extra, que condicionará la política de las administraciones provinciales, es que el freno a la posibilidad del endeudamiento externo. “Está claro, que es insostenible que las provincias se endeuden en moneda extranjera. Eso no debería volver a ocurrir en la Argentina”. Cabe acotar, que la provincia de Córdoba es una de las que más se endeudó en dólares durante la administración del presidente Mauricio Macri.
LAS PRINCIPALES DEFINICIONES
– “Este año no apuntamos a reducir el déficit fiscal”.
– “Hicimos un esfuerzo grande para no caer en default el 10 de diciembre de 2019”.
– “No vamos permitir que fondos de inversión extranjeros marquen la pauta de la política macroeconómica”.
– “El sendero fiscal y financiero lo decidimos nosotros”.
– “No hay peor opción que la austeridad fiscal ante una recesión”.
– “Se eligió que el crecimiento no fuera compartido. El único año que la economía creció se cambió la formula y no se compartió el crecimiento. Lo que haremos nosotros es presentar un esquema en el que el crecimiento si sea compartido con los jubilados”.
– “Está claro que es insostenible que las provincias se endeuden en moneda extranjera. Eso no debería volver a ocurrir en la Argentina”.
– “Para poder pagar la deuda, la Argentina tiene que poder crecer y para poder crecer se tiene que quitar de encima el peso de una deuda que asfixia”.
– “El espíritu con el que se continuará la negociación con el FMI es el de sentar un ejemplo a nivel mundial de cómo resolver un problema de deuda soberana poniendo como prioridad la sostenibilidad económica”.
– “Buscamos algo sostenible sobre la base de la buena fe y no ir a una confrontación directa con los acreedores. Si el objetivo hubiera sido otro, se hubiese declarado el default el 10 de diciembre pasado. La Argentina está haciendo esfuerzos para pagar intereses de la deuda con reservas. Eso no puede durar mucho tiempo, eso se acaba y queda poco tiempo”.
– “El FMI realizó el préstamo más grande de su historia, un préstamo que no se utilizó en lo absoluto en incrementar la capacidad productiva del país sino para pagar deuda de manera insostenible y para financiar la fuga de capitales. El FMI es responsable por la crisis de deuda y la crisis económica que la Argentina está viviendo”.
LOS TRES ESCENARIOS DE GUZMÁN
En el primer escenario, Guzmán señaló que, si se mantuviera la inercia del modelo macrista, recién en 2026 se alcanzaría el equilibrio fiscal, mientras que el superávit primario demoraría una década. Un segundo escenario “factible”, a partir de las medidas tomadas por el actual Gobierno, espera que se alcance el equilibrio fiscal en 2023 y llegar a un superávit fiscal del 0,6 % uno o dos años después.
El tercer escenario, el más optimista, implicaría revertir la política tributaria del macrismo y acompañarla con políticas públicas productivas. En ese marco, Guzmán proyectó alcanzar el equilibrio fiscal en 2022, con una base de crecimiento de la economía del 2 % y de entre 4,5 y 5 % en las exportaciones; para llegar al superávit fiscal primario del 1 % en 2026. “Venimos a poner sobre la mesa lo que es la realidad”, expresó.
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