El Movimiento Verde Cordobés (MVC) rechazó nuevamente la construcción de la autovía de Punilla y reclamó “suspender todo el proceso de avance y someter la decisión sobre dicha obra a una consulta pública vinculante donde sea la población la que elija si prefiere la construcción de la nueva ruta 38 o, por el contrario, si considera más necesario el desarrollo de un plan de remediación ambiental para cuidar la zona y a los cordobeses”.
La posición de los Verdes fue dada a conocer a través de un documento difundido en la jornada de ayer, que se titula “La autovía de Punilla es destrucción, no progreso”. Cabe recordar que el nuevo dibujo de la autovía que impulsa el gobierno tiene una primera etapa de 15 kilómetros y otra de 25. La autovía bordearía por el Oeste a la actual traza de la ruta 38 y se proyecta hasta La Cumbre.
Plantea el MVC que “el proyecto de una nueva ruta 38 en Punilla no está determinado por las necesidades de la población, a la que jamás se la consultó, sino que se genera en el programa de infraestructura del IIRSA en su COSIPLAN compuesta por distintos ejes, en este caso dentro del “Eje Mercosur-Chile” con un Corredor Bioceánico Central que vincula los principales centros económicos, ciudades y puertos del subcontinente. En este plan, figura como proyecto MCC96, que se titula: “Mejoramiento de la Ruta Nacional 38 y by-pass al Norte de las Sierras de Córdoba”, siendo este By-pass la nueva autovía diagramada para el tránsito de camiones de gran porte, principalmente transporte de granos a puertos del Pacifico y no de turistas ni vecinos del lugar”.
Explican que la obra inicialmente costaría 100 millones de dólares, lo cual sería pagado con financiamiento internacional ya otorgado en un 75% por la Corporación Andina de Fomento, quien junto con el Banco Interamericano de Desarrollo sostiene financieramente al COSIPLAN del IIRSA. Esto implica 100 millones de dólares que aumentarán la deuda externa de la provincia, cifra que luego tendremos que afrontar todos los cordobeses”.
Señalan que “esta obra de la Autovía de Punilla no sólo no mejora la vida de los cordobeses sino que su construcción daña directamente al ambiente de la zona norte del Departamento al atravesar áreas de bosque nativo en zonas rojas y amarillas. De esta manera, se perjudica la biodiversidad y se pone en grave riesgo las cuencas hídricas de numerosos ríos y arroyos, los cuales se encuentran sumamente degradados”.
Denuncian que “la obra que no contempla el derecho a un ambiente sano y el acceso a agua segura para la población de Punilla, a la par que no cumple con los requisitos de transparencia y participación informada de la comunidad”.
Finalmente expresan que “Punilla necesita un plan urgente de remediación ambiental, tanto para la gente de esta zona pero también para las poblaciones que son nutridas por el agua de las cuencas hídricas de Punilla, cuencas hoy destruidas por el desmonte y los incendios. A los desastres ambientales, se suma la falta de infraestructura sanitaria básica, cloacas, en el 80% del departamento y un desarrollo inmobiliario con nula planificación del territorio y de servicios, todos factores que afectan el agua de nuestra provincia” y proponen que “los 100 millones de dólares del proyecto se utilicen para una Política de Remediación”.
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