El Gobierno nacional manifestó ayer su enérgico rechazo a la realización de maniobras militares en las Islas Malvinas, a través del llamado ejercicio Cape Bayonet, y advirtió que constituye una “injustificada demostración de fuerza” y un “deliberado apartamiento” de los llamamientos de organismos internacionales que instan a la reanudación de las negociaciones entre Argentina y el Reino Unido.
En ese sentido, sostuvo que ante estos “hechos escandalosos”, el Gobierno argentino ya remitió a la administración del primer ministro británico, Boris Johnson, una “contundente nota de protesta”.
“El Gobierno argentino tiene conocimiento de que en tales ejercicios intervienen diferentes fuerzas británicas que forman parte del despliegue militar de ocupación ilegal por parte del Reino Unido en las Islas Malvinas”, reportó la Cancillería en un comunicado.
En el texto de la nota, sostiene el informe de prensa, se remarcó que la persistencia del Reino Unido en la realización de ejercicios militares en el Atlántico Sur “contraviene específicamente la resolución 31/49 de la Asamblea General de Naciones Unidas”.
En ese contexto, recordó que esa resolución “insta a ambas partes, la Argentina y el Reino Unido, a que se abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación, mientras las Islas están atravesando por el proceso de negociación por ella recomendado”.
La nota manifestó, además, que la presencia militar contradice también la resolución 41/11 de la Asamblea General, Zona de Paz y Cooperación en el Atlántico Sur, que, entre otras disposiciones, exhorta a los Estados, en especial a los militarmente importantes, a que “respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en dicha región”.
“En ese sentido, la alegada condición defensiva de la base militar británica en el Atlántico Sur no sólo es totalmente injustificada sino también representa una amenaza para toda la zona”, sostuvo la Cancillería argentina.
El canciller Felipe Solá dijo en el comunicado que “el Gobierno argentino reafirma una vez más su soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur” y “los espacios marítimos circundantes que forman parte integrante del territorio nacional de la República Argentina”.
En ese sentido, destacó que “estando ilegítimamente ocupados por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte”, son “objeto de una disputa de soberanía reconocida por las Naciones Unidas mediante la resolución 2065 y posteriores de la Asamblea General, así como de otras organizaciones y foros internacionales”.
“Asimismo, de conformidad con las resoluciones mencionadas, el Gobierno argentino reitera que se trata de una controversia de soberanía que debe ser resuelta de manera bilateral entre ambos países”, expresó Solá y remarcó que el Gobierno “reafirma su disposición a reanudar las negociaciones”.
Por su parte, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, sostuvo que “los ejercicios británicos violan todas las recomendaciones aprobadas por las Naciones Unidas y por los acuerdos de los países con costas en el Atlántico Sur”. “Argentina reitera el llamado al Reino Unido a no realizar acciones militares en la región y a retomar las negociaciones diplomáticas por la soberanía en las islas en las condiciones que establece la resolución 2065 de la ONU”, advirtió Filmus.
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