La melatonina, una hormona natural que produce nuestro propio organismo, tiene efectos anti-obesidad. Así lo revela un trabajo liderado por la Universidad de Granada que ha permitido descubrir en ratas obesas diabéticas un nuevo un mecanismo molecular que hace disminuir además la masa peligrosa del tejido adiposo blanco.
La obesidad tiene un gran impacto en la salud de la población. En la actualidad, se calcula que es responsable de hasta tres millones de muertes al año. Los países con tasas más altas de obesidad, de más del 30%, son Estados Unidos, y los países del Golfo Pérsico, con una prevalencia de entre el 31% y el 35%.
ALGUNOS ALIMENTOS QUE CONTIENEN MELATONINA: ARROZ, AVENA, MAÍZ, TOMATES Y BANANAS.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR), el Hospital La Paz-Carlos III de Madrid y el Centro Científico de Salud de la Universidad de Texas (EE UU) ha descubierto un nuevo mecanismo molecular de los efectos antiobesidad que tiene la administración crónica de melatonina, una hormona natural que el propio organismo secreta durante la oscuridad de la noche, principalmente por una glándula llamada, glándula pineal.
Para realizar esta investigación, que publica la revista Journal of Pineal Research, se administró de forma recurrente-crónica melatonina a un grupo de ratas obesas diabéticas.
“Los resultados han sido sorprendentes, pues los animales que fueron tratados con melatonina vieron cómo no sólo aumentaba la masa tejido adiposo marrón, sino que también mejoraba la actividad termogénica de su cuerpo y, paralelamente, disminuyó la masa del tejido adiposo blanco peligrosa, la central o la visceral”, explica el autor principal del trabajo, el catedrático de Farmacología Ahmad Agil Abdalla, miembro de Centro de Investigación Biomédica (CIBM) de la UGR, del Instituto de Investigación Biosanitaria ibs. Granada y del Instituto de Neurociencias de la UGR.
Los resultados del trabajo demostraron que la melatonina está estrechamente ligada con la pérdida de ganancia de peso corporal, ya que a nivel del tejido, aumenta la cantidad de la grasa marrón; y a nivel de los órganos, aumenta la masa y funcionalidad mitocondrial entre otros.
“Entre nuestros hallazgos, tenemos que destacar el aumento de la capacidad termogénica molecular mitocondrial, al incrementar la expresión de los niveles de la proteína UCP1-mitocondrial (termogenina), que es la responsable de la quema de calorías y el adelgazamiento”, señala Agil.
Estudios previos de varios grupos internacionales (incluido el grupo de investigación de la UGR) ya demostraron que la melatonina posee potentes efectos antioxidantes, antiinflamatorios y anti-obesogénicos. Con respecto al efecto anti-obesidad, podemos afirmar que se realiza por dos mecanismos termogénicos en dos dianas o tejidos; debido a que la melatonina tiene la capacidad de convertir la grasa blanca subcutánea en grasa beige, y de aumentar tanto la cantidad y como la actividad termogénica de la grasa marrón.
“Hemos demostrado que la melatonina tiene la función de regular la obesidad en animales, pero eso sí, sin afectar la ingesta de alimentos y tampoco afecta la actividad física. De ahí que pensamos que podría ser una herramienta más para luchar contra la obesidad, además de reducir el consumo de energía a través de la dieta y forzar el gasto de energía, principalmente realizando más actividad física más aun en temperatura ambiente fría para aumentar el gasto calórico”, señala el catedrático de la UGR.
En la actualidad, el grupo de investigación de la UGR que ha desarrollado este trabajo está interesado en colaborar con empresas que deseen ayudar a la comercialización de una patente, y está llevando a cabo más ensayos con otra molécula, agonista de la melatonina.
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