“Nunca escuché discusiones hasta esa mañana. Yo estaba tendiendo ropa en el patio. Ella le gritaba ‘te odio, no te quiero ver más, no me toques, no me toques…’ Después se sintió un golpe y se escuchaba que el nene gritaba “Papi”, “Mami”, desesperado. A él no lo escuché hablar. Enseguida se sintió un tremendo golpe en la pared y escucho que cierran las puertas y las persianas de la parte de adelante, donde tenían un negocio de venta de productos de limpieza sueltos. Más tarde lo veo a él, arriba la planta de palta que tenían en el patio y pensé que estaría cortando las paltas. No vi la soga”.
El testimonio de Olga Herrera, la vecina que vivía al lado de la casa donde fueron asesinados Susana Chiappero (34) y su hijo de 4 años y en dónde se suicidó luego Sergio Domingo Galarza (43), fue citado por el sitio de noticias Regionalísimo y Radio Morteros AM1350 y permite reconstruir los momentos finales de las víctimas.
La mujer recordó que ese día, Chiappero llevó a su hija al colegio y luego regresó a su casa alrededor de las 11:30. “A él (por Sergio Galarza) no lo veía, porque hacía tiempo que estaban separados y vivía atrás”.
Cabe recordar que el fiscal Juan Ávila Echenique caratuló el expediente como “doble homicidio calificado por el vínculo y por violencia de género, seguido de suicidio”. De acuerdo a la información oficial, no hay registro de denuncias de violencia de género previas al crimen.
VER Morteros: Mató a su ex pareja y su hijo y luego se ahorcó.
Según se pudo establecer, el asesino habría matado primero a la mujer y luego a su hijo. Chiappero fue asesinada de dos puñaladas, una de ellas ingresó por el seno izquierdo y habría llegado hasta el corazón, produciéndole una muerte instantánea. La restante fue en la tráquea. Mientras que el niño habría intentado refugiarse en otra habitación, pero el padre lo alcanzó y también le hizo dos heridas cortantes.
Luego, el victimario salió al patio, se subió a una escalera y se ahorcó con una soga. Allí fue encontrado por la hija adolescente de la mujer, cuando regresó desde el colegio con dos amigas.
Galarza y Chiappero tenían dos hijos en común (el de 4 años y una nena de 10, que en el momento del crimen estaba en la escuela) y la adolescente que se encontró con el horror de la tragedia.
Estaban separados desde hacía unos tres meses, pero aún convivían bajo el mismo techo. Según los testimonios, el hombre había instalado su habitación en el lavadero de la casa. En el historial del Facebook de la mujer se pueden ver unas pocos fotos suyas y muchas de sus hijos. Ninguna de Galarza.
Si bien vivían en Morteros desde hace 8 años, eran originarios de San Cristóbal, en la provincia de Santa Fe. Ambos trabajaban habitualmente en tambos de la zona, pero ahora, él estaba haciendo trabajos de albañilería y ella se dedicaba a vender artículos de limpieza.
“LO ECHABA, PERO ÉL NO SE IBA”
Yamila Peirano, amiga de la mujer asesinada, contó a Regionalísimo que “estaban separados desde hacía tres meses, viviendo en la misma casa, pero Susana nunca dijo que él la hubiese golpeado o que tuviera miedo. Sólo decía que estaba cansada de echarlo y que no se iba, que se bañaba, comía y vivía en el lavadero. Realmente, nunca imagine algo así”.
Peirano recordó que el domingo, Chiappero y sus hijos se fueron al lago y la llamaron para que también fuera a pasar el día allí. “Me dijo que no quería verle la cara, tomamos mates y después nos fuimos a mi casa. Mientras estuvimos en el lago, él daba vueltas con el auto por donde estábamos. Cenamos en casa y a eso de las 23:30, ella regresó a su domicilio”.
La amiga recordó finalmente que “ella no lo quería ni ver, se cansó de echarlo, pero él no se iba”.
DÓNDE LLAMAR
Si sos víctima de violencia de género o conocés a alguien que necesite ayuda:
*Línea nacional y gratuita 144, disponible las 24 horas del día durante todo el año.
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