Hasta el momento no hay certezas de lo que pueda pasar en el INCAA, ni tampoco en el ENERC. El pasado 12 de abril sus titulares fueron desplazados tras un informe de televisión a cargo de Alejandro Fantino y Eduardo Feinmann (Animales Sueltos, América TV), . La decisión del Ministerio de Cultura de la Nación, a cargo de Pablo Avellutto, genera la sospecha de que pueda producirse un ajuste en el organismo.
Por ahora ha sido nombrado en reemplazo de Alejandro Cacetta, presidente del INCAA, Ralph Haiek, quien oficiaba de vicepresidente. Mientras tanto, el ENERC, que estaba dirigido por Pablo Rovito,continúa acéfalo.
Buena parte de los artistas y directores de cine aprobaban el desempeño de ambos funcionarios. Además, Caceta había sido nombrado luego del consenso de todas las entidades del sector cinematográfico, mientras que Rovito había ingresado a su cargo por concurso. Por eso, frente a las acusaciones de corrupción, salieron públicamente a apoyarlos.
Mirá a los actores y directores argentinos:
EL INCAA es un ente público autárquico, que entre sus funciones tiene fomentar la industria cinematográfica nacional.De acuerdo a los últimos datos estadísticos que brindó oficialmente, en 2015, de 428 largometrajes estrenados, 182 de ellos fueron de producción y co-producción nacional. Otro de los números significativos lo arrojó la cantidad de espectadores de cine nacional, que en el primer trimestre de 2016, batió el récord de la última década, con alrededor de 1.700.000 espectadores. (Más información aquí).
“Ha sido todo basada en fundamentos falsos. No es lo que se dice, la información no es correcta. Venían siendo una de las mejoras gestiones, por eso molesta y porque en el fondo se sabe que el motivo principal es modificar la Ley de Cine, para que los medios de comunicación paguen menos impuestos, lo que significa gran parte del presupuesto del INCAA”, le dice a ENREDACCIÓN el cineasta cordobés Rosendo Ruiz.
Por su parte, Roger Koza, crítico de cine, sostiene que “hay que mirar el lugar de enunciación de todo esto. Desde ahí, empieza un conjunto de sospechas, donde predomina la mentira, la desinformación. Lo que está sucediendo está contenido en un entorno simbólico viciado”.
En la misma línea se expresó Paola Suárez, productora de Germina Films y miembro de APAC (Asociación Productores Audiovisuales de Córdoba) quien depositó la desconfianza en “el modo en que sucedió todo. Si se estudia cronológicamente los hechos, que el pedido de renuncia viene después de un informe de TV, con nombres y datos erróneos”. Suárez sostuvo que la preocupación aumenta respecto a la incertidumbre que rodea al Fondo de Fomento, aunque contó que Avellutto se comprometió a no tocarlo. “Además, empezamos a visualizar que en Argentina se está trabajando la Ley de Convergencia Tecnológica, impulsada por el ENACOM, así que pedimos que podamos participar en el tratamiento porque va regular lo que pasa con nuestro ámbito”, indicó.
Ruiz afirma que este panorama puso a todos en alerta. “Tenemos miedo que consigan el objetivo principal de desfinanciar al INCAA y por ende al cine de Argentina”. El realizador señala que “el dinero que aportó el organismo nacional en 2016, permitió que Córdoba filmara tres películas. Cada una recibió del INCAA unos 5 millones promedio, para realizaciones que incluye el trabajo de 40 técnicos, actores, catering, y toda la movida laboral que significa”. Hoy la finalización de su película Casa Propia corre riesgos porque fue filmada con aportes del Instituto y el vínculo está aún vigente porque todavía no fue terminada. “Los productores no pueden seguir avanzado. Y si se concreta el temor principal, para Córdoba sería una pena, un desastre… justo el cine cordobés viene naciendo hace unos años, llama la atención que somos la única provincia que está produciendo fuera de Buenos Aires. Y mucho”.
Para Koza, en la comunidad cinematográfica aparece la idea de los recortes porque “tiene que ver con un clima de una época, donde hay antecedentes, por ejemplo los problemas con el CONICET. Hay un juego perverso y dialéctico de no hablar con la verdad”. Sin embargo, el crítico advierte como aspecto positivo que “todo esto sirvió para que la ciudadanía tome conciencia de que el INCAA es un organismo autárquico, cómo logra esa autarquía y que según cómo se nombre ese cambio en la llamada “convergencia”, puede estar en riesgo. Tomó estado público, entonces se pude estar más atento a lo qué va suceder, lo bueno del escándalo es que se tomó conocimiento de lo que está por detrás”.
Mirá a Viggo Mortensen:
“Nada indica hasta ahora que algo de todo eso va a pasar. Lo cual no significa que pase de todos modos. Como sector, más que preocuparnos, nos ocupamos, y nos estamos sentando a hablar con los ministerios de Industria y de Cultura, y con las nuevas autoridades del INCAA. Es importante que no se frene ningún trámite administrativo porque se para la industria, hay muchas producciones en curso y mucha gente que vive de esto. Por el momento no ha parado nada”, detalló Suárez.
“ACCIÓN”
Seguridades sobre cuál es el siguiente capítulo de esta historia hay muy pocas. Según Koza“hay que estar atentos a si hay cambios en la Ley, y por tanto en la forma de financiamiento que tiene el INCAA en las reglas de juego de los cánones que pagan las empresas mediáticas multinacionales y que permiten el finamiento del ente. También, ver si se termina o no de plantear reformas en los modos de recaudación de la institución, y, por otro lado, que no se intervenga, sino que siga siendo autárquica, que es un logro precedente no menor”. Confía en que el porcentaje que se recibe por la venta de entradas no se va a tocar, pero continúa agregando elementos a la lista de precauciones: “También hay que ver qué va a pasar con las salas Espacio INCAA, ODEON e INCAA TV, que cambiaron sus nombres. Es importante que todos estos mecanismos de exhibición sigan presentes porque son verdaderamente un logro. Es la contracara de los mercados, que tienen otra lógica, y contra la que es difícil pelear. La cultura no da dinero, da pérdidas, su ganancia es simbólica. Por eso, el Estado tiene que solventar la cultura que el mercado no va a garantizar”.
En todo el país se están realizando diferentes acciones para tratar de evitar que estas posibles situaciones se concreten. En Córdoba, todo el sector se encuentra movilizado y ya ha realizado asambleas abiertas para debatir y organizar actividades. Entre ellas, el domingo a la noche, en la Plaza Jerónimo del Barco en Alto Alberdi, se proyectó De Caravana, película que Ruiz afirma no podría haberse filmado si no contaban con los fondos del INCAA. “Se perdería mucha cultura cordobesa”, afirma. El próximo encuentro del ambiente cinematográfico cordobés, donde continuarán delineando acciones, es en el Festival Internacional de Cine Independiente de Cosquín, en los primeros días de mayo.
* Las imágenes que ilustran esta nota y nuestra portada, fueron tomadas del Facebook de APAC y fueron realizadas por el fotógrafo Marcos Crapa.
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