Investigadoras del INTA y del Conicet lograron neutralizar el virus que causa el coronavirus con nanoanticuerpos VHH derivados de llama y anticuerpos IgY derivados de la yema de los huevos de la gallina, luego de unir esfuerzos entre profesionales que venían trabajando en distintas áreas a raíz de la pandemia de Covid-19.
El desarrollo científico, que fue presentado este lunes por los ministros de Agricultura y de Ciencia, Tecnología e Innovación, Luis Basterra y Roberto Salvarezza, junto con la presidenta del INTA, Susana Mirassou, se logró en tan solo siete meses al reunir distintas especialistas en biotecnología, bioquímica y veterinaria que venían trabajando sobre nanoanticuerpos y distintas especies de virus.
En diálogo con Télam, las responsables del proyecto Viviana Parreño, coordinadora científica de Incuinta del INTA, e Itatí Ibañez, investigadora del Conicet, junto con las investigadoras Marina Bok y Florencia Paván, explicaron estos avances que posicionan a la Argentina como el primer país de Sudamérica con la potencialidad de convertirlos en productos terapéuticos.
“Cuando se produjo la pandemia del Covid-19 decidimos juntarnos y aunar esfuerzos para poder sacar rápidamente anticuerpos monoclonales de llama, que pueden ser utilizados de forma preventiva o terapéutica para tratar la infección”, explicó Parreño.
“Ya hemos probado in vitro los anticuerpos que pueden bloquear al virus. El anticuerpo se va a unir a la proteína, en este caso al espícula viral, y va a evitar que el virus enlace al receptor celular, entonces no puede iniciar la infección”, explicó Ibañez.
Los ensayos de neutralización llevados a cabo tanto con pseudovirus como con el virus salvaje confirmaron que estas moléculas inhiben la infección viral provocada por el SARS-CoV-2, resultando tratamientos innovadores contra la enfermedad del Covid-19 y complementarios a las vacunas y otros métodos disponibles.
“Se va a poder dar, también, de manera profiláctica. Es decir, para una persona enferma se lo podés dar para evitar que el virus se siga propagando o podes dárselo a una persona de manera preventiva para que, si se encuentra con el virus, lo bloquee inmediatamente antes de que infecte”, aseguró Bok.
Según explicaron las investigadoras, el modo de aplicación está siendo evaluado, pero la idea es hacerlo vía nasal, como una nebulización, o eventualmente endovenoso.
“Esto es una inmunidad pasiva, es como el suero hiperinmune de plasma que se está utilizando o el de equinos. Es algo parecido, pero es un anticuerpo monoclonal”, aclaró Paván, y aseguró que “se puede hacer de forma sintética, se puede producir en biorreactores en gran cantidad y bajo costo, como una proteína recombinante”.
Los resultados obtenidos ubican a la Argentina entre los países que han desarrollado nanoanticuerpos como Estados Unidos o China junto con Suecia y Bélgica, y otras países de Europa, aseguraron desde el INTA.
“Estas terapias se están probando en Estados Unidos y Europa, donde hay ensayos clínicos iniciados, se parece al tratamiento que recibió el presidente Trump”, explicaron las investigadoras.
Este proyecto, elegido entre más de 900 propuestas de la “Unidad Coronavirus” que integran el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Conicet, “demostró poder cumplir en tiempo récord los objetivos que se propuso”, dijo Ibañez, viróloga molecular, quien junto con Bok y Paván construyeron la biblioteca de genes VHH en tan solo 10 días.
Una vez finalizadas las pruebas preclínicas y de seguridad en animales, se podrá comenzar con la fase de escalado y producción, para su posterior prueba en ensayos clínicos con la aprobación de la Anmat.
“La idea, ahora, es ver cómo hacemos la transferencia tecnológica para producir a gran escala bajo buenas prácticas de manufactura y eso va a modelos animales. Esperamos empezar ya mismo con voluntarios sanos para hacer ensayos clínicos”, aseguraron las investigadoras.
El surgimiento de la pandemia hizo que las científicas se junten para poner en común sus conocimientos y generar estos avances.
“Ya nos conocíamos de antes y colaborábamos en otras cosas, entonces dijimos de sumar la experiencia de cada una para hacer un equipo más potente para optimizar los procesos y los resultados”, aseguró Bok, que hizo su tesis doctoral sobre el coronavirus bovino y anticuerpos.
“La Covid-19 fue un desafío para todos porque es un virus nuevo, y a medida que ha surgido más información hemos ido aprendiendo”, coincidieron Ibañez y Paván, que en el Conicet tenían experiencia en nanoanticuerpos y en virus.
“El conocimiento previo nos facilitó llegar a esto rápidamente. La ciencia argentina permite estos desarrollos y es muy importante trabajar en equipo”, concluyó Parreño.
(Con información de Agencia Telam).
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