Ganó el oficialismo con comodidad y el intendente Esteban Aviles inicia su ciclo de construcción provincial con su pago chico bajo control. Pero la victoria de Carlos Paz Unido, su sello político que reúne entre otros al Partido Socialista, quedó marcada por una enorme fuga de votos en la ciudad considerada un símbolo del turismo nacional: 11 mil votos menos que en 2015 (23.628 en 2015 y 12.138 ahora) y 27 puntos porcentuales por debajo (63,05% en 2015 y 36,05% en 2019) de la performance de hace cuatro años.
Las razones de semejante escape son muchas. Una de ellas, es que las sucesiones no son simples, no es fácil ni automático transferir capital político. Daniel Gómez Gesteira el electo intendente es casi un alter-ego de Aviles, lo acompañó desde siempre en su recorrido político, y fue a esta elección como su delfín. Pese a la victoria, las urnas le dieron la espalda a la jugada, por lo que la gestión del ganador de este comicio requerirá casi de “un volver a empezar”.
El segundo factor que parece haber pesado, es una derivación de votos hacia Carlos Paz Despierta, una nueva fuerza política nacida a partir del médico y ambientalista, Emilio Iosa. Este ex funcionario, que se plantó como defensor del Lago San Roque, tanto en su paso por la gestión municipal como en la nueva construcción, se alzó con poco más del 10 por ciento de los votos.
Sin embargo, semejante caudal de perdida seguramente esconde un cuestionamiento a la gestión municipal, sobre todo a partir de los choques con la Coopi, la cooperativa de servicios públicos integrales, que presta los servicios de agua, gas y cloacas. No tanto por la adhesión que la entidad social en particular genere, sino por sesgo de imposición que tuvieron las distintas acciones, judiciales incluidas, de la municipalidad por el tema de una planta de tratamientos cloacales. En una sociedad con preeminencia de pensamiento y valores más bien conservadores, como los del electorado de Carlos Paz, la falta de diálogo o las imposiciones producen perturbaciones.
La campaña mostró también controversias en otros temas ligados al desarrollo de la ciudad, la calidad de sus servicios y la búsqueda de un perfil menos turismo-dependiente.
Aviles que proviene del radicalismo, no es un dirigente con alineamientos nacionales -al menos hasta ahora- y ha sido, en general, cercano al oficialismo provincial, como antes lo fue el radical Carlos Felpetto. La diferencia es que en los recientes comicios provinciales se alineó con el gobernador Juan Schiaretti, decisión que lo convirtió en legislador electo. Probablemente, ese posicionamiento facilitó la salida de un sector de votantes ligados a la UCR. Parece certificarlo el hecho de que entre las dos fuerzas con dirigentes de ese partido (Felpeto y el Frente CAPAZ; y Rodrigo Serna, con la Alianza Carlos Paz Somos Todos), sumaron poco más de 27 puntos, un valor inédito en los últimos ochos años.
El peronismo local y la mayoría de sus aliados de Hacemos por Córdoba, con el sello de Carlos Paz Inteligente y la candidatura de Mariana Caserio, hizo una elección superior a la de 2015, donde en alianza con Víctor Curvino, había obtenido apenas un 7,83%. Esta vez llegó a 16,23%.