“Cantar para los chicos, y más todavía si hablamos de músicas relacionadas con el folklore, es plantar una bandera y decir ‘acá estamos, y así somos’. Hacemos música para ellos porque es divertido, es necesario, es trascendente, es importante y es comprometido”, le dice a ENREDACCIÓN Daniel Bianchi, guitarrista de los Canticuénticos.
El grupo es un fenómeno entre chicos y grandes, y muchos de sus temas son verdaderos hits, como el caso de El monstruo de la laguna que suma más de 25 millones de reproducciones, y que en el nuevo disco ¿Por qué,por qué? tiene una segunda parte que se llama La murga El monstruo de la laguna. Con este material llegan a Córdoba el próximo 12 de julio.
Para los santafecinos la masividad nunca estuvo en los planes ni es su objetivo principal. “Creemos que mucha gente eligió Canticuénticos para escuchar con sus hijos, y eso nos llena de alegría. Además, nos reafirma en la senda del trabajo respetuoso y honesto que elegimos caminar”. El lugar que fueron ganando en los hogares argentinos desde 2008 cuando se formó la banda, para Bianchi, fue el empujón con el cual animarse “a hablar de ciertos temas para generar conciencia, y vemos que ese mensaje llega a mucha gente”.
La banda se completa con Ruth Hillar (voz, composiciones y flautas), Daniela Ranallo (voz), Laura Ibáñez (voz), Nahuel Ramayo (batería y percusión), Gonzalo Carmelé (bajo) y Sebastián Cúneo (producción). Tiene tres discos editados: Canticuénticos embrujados, Nada en su lugar y Algo que decirte, y también publicaron una colección de libros con las letras de sus temas e ilustraciones de Estrellita Caracol. Bianchi dice que el reciente material continúa en la línea de los trabajos anteriores, pero con nuevos desafíos, principalmente, “incorporar algunas complejidades en las temáticas de las composiciones, que a veces tocan lugares difíciles de abordar”.
Sin embargo, considera que los chicos no están interesados en una temática en particular, sino que “tienen todo por conocer y descubrir. Lo van haciendo por medio del juego, de la exploración, con todos los sentidos atentos”. Por eso, asegura, para “la infancia una canción es como una ventana para mirar el mundo, a veces nos muestra paisajes conocidos, a veces otros por conocer. A veces vemos personas que hacen distintas cosas. Podemos elegir ver a través de esas ventanas cosas que nunca pasaron, o cosas que no existen. A veces una canción puede ser una invitación a jugar, a imaginar, a preguntar y responder”.
Cuenta que no han encontrado una explicación de por qué el público elije sus canciones: “Preferimos creer que los chicos se sienten respetados por los Canticuénticos. Es lo que intentamos. Que les cantamos asumiendo que son seres inteligentes y sensibles, que los acompañamos, que les hablamos en un idioma que ellos entienden, y de cosas que a ellos les interesan”. Además, elegir ritmos del folclore nacional y regional es una manera de, por medio del arte, ayudarlos a reafirmar su identidad, “a crear un sentimiento de pertenencia a un lugar y un entorno cultural que nos define como argentinos y latinoamericanos. En medio de tanta globalización, nos parece importante alzar nuestra voz única e irrepetible”. Afirma que lo importante a la hora de componer para los chicos, “es acudir a la sensibilidad, a la emoción, a la creatividad, al juego, a la sorpresa de ver el mundo por primera vez y tratar de explicarlo”.
PARA AGENDAR
12 de julio, a las 15 y a las 17:30 horas, en Studio Theather.
—
Cómo comunicarse:
Redacción: [email protected]
Lectores: [email protected]
Equipo de Investigación: [email protected]
Sumate a un equipo que hace PERIODISMO COMPROMETIDO. Te invitamos a APOYAR a ENREDACCIÓN con una SUSCRIPCIÓN MENSUAL de 63 pesos. La SUSCRIPCIÓN se solicita a partir del décimo artículo (los primeros nueve se pueden leer gratuitamente) y te permite participar de los premios y beneficios de EL CLUB DE LA NOTICIA. Más información en Suscripción Digital.