Argentina existe y no vamos a permitir que deje de existir. Es nuestra casa en el mundo, convulsionado por corporaciones que desprecian a la humanidad y destruyen y asesinan todo lo vivo que existe, para apoderarse de la riqueza y la salud de los hombres y mujeres y niñes y la ancianidad que nos abrió el camino hacia la vida y el futuro. Pero no solo desprecian a la humanidad sino también y esto es lo peor, desprecian la naturaleza, los mares, los bosques, las aguas. Les importa un carajo que todos nosotros y todas nosotras terminemos sufriendo en la proporción que ellos disfrutan. ¿O acaso ellos, los que gobiernan, van a ajustar sus propios salarios en la misma medida que lo harán con sus esclavos del siglo XXI? Nosotros, los que conformamos esta sociedad que felizmente decidió volver a vivir en democracia hace 40 años y decirle NUNCA MÁS a las dictaduras de cualquier signo, civil o militar, no aceptaremos ser esclavos.
Muchas naciones se expandieron por el mundo en busca de riquezas y exterminaron civilizaciones enteras para apoderarse de todo lo que tenía valor económico. Cuando llegó Colón a estas tierras -el mismo que tiene una plaza con su nombre y un monumento en barrio Alberdi, y una de las avenidas más importantes de esta ciudad-, en América vivían entre 40 y 60 millones de personas, que hablaban unos 1.200 idiomas diferentes. Está documentado que entre 1525 y 1866 se realizaron 36 mil viajes trasatlánticos entre África y las Américas, en los cuales transportaron 11 millones de africanos esclavizados. La inmensa mayoría de los 45 millones de afroamericanos de Estados Unidos descienden de medio millón de esclavos que fueron traídos de África entre los siglos XVI y XIX. ¿Para qué los traían? Para obligarlos a hacer el trabajo duro, que les permitió acrecentar sus riquezas personales y transformaron a sus países en las potencias económicas que ahora pregonan una energía limpia, a costa de llevarse todo el litio que encuentren. Pretenden hacer de sus países el paraíso terrenal, con un estado de bienestar que cada vez alcanza para menos gente a cambio de la nueva esclavización de los trabajadores, los educadores, los artistas, los médicos, los industriales, los pescadores y súmele todos los que faltan.
¿Qué está pasando en el mundo? La misma Historia, ya no con países conquistadores sino con grandes corporaciones que se alimentan con el dinero sucio de los traficantes de drogas, de armas, de mujeres y niños, que fundan grandes bancos e instituciones como el FMI, el foro de Davos, el CFR (Council of foreign relations, fundado por Rockefeller después de la segunda guerra mundial), Black Rock y los paraísos fiscales a los que ya no les importan las instituciones fundadas hace siglos, como el ESTADO. El Estado justo, libre y soberano por el que estuvimos luchando los últimos 78 años, el Estado democrático y federal por el que lucharon los patriotas del siglo XIX cuando toda la América se independizó de España.
Como en todos los tiempos, siempre hubo traidores a la patria, cipayos, vendepatrias disfrazados de demócratas. Ya es hora de repetir con todas nuestras fuerzas: ¡BASTA! NUNCA MÁS dictaduras militares ni civiles, NUNCA MÁS al saqueo de los bienes naturales, materiales e inmateriales. BASTA de negocios espúreos con la obra pública que nos endeuda por varias generaciones con créditos en dólares, con el desmonte descontrolado, con la mentira como argumento para convencer a los ingenuos, la depredación de nuestro riquísimo mar, la denigración de las FF.AA. a un rol secundario en la represión de piquetes y manifestaciones. NO AL PROYECTO de cárceles de máxima seguridad al estilo BUKELE que proponen Patricia Bullrich y Luis Juez.
Pero además de resistir y movilizarnos, trabajaremos en la elaboración de una ley que restablezca la responsabilidad de los gobernantes por sus actos de gobierno (lo contrario a la “doctrina Barra”, que en los 90 consagró la impunidad de los gobernantes por sus actos de gobierno). Una responsabilidad que implique una condena penal, moral (la de infames traidores a la patria) y económica (pues deberán responder con sus propios bienes al restablecimiento de todo cuanto haya sido saqueado y/o destruido por los gobernantes, que alcance a los legisladores que voten las normas que se dicten sepan o no lo que están votando). Y trabajar también en la elaboración de una doctrina que contradiga la nueva “doctrina Barra”, que pretende cercenar las facultades del Poder Judicial en la interpretación de qué comprende la necesidad y urgencia de los decretos presidenciales.
Todo nos lleva necesariamente a la formación de un Movimiento democrático y federal que nos reúna a los verdaderos opositores: radicales alfonsinistas, peronistas, las izquierdas, humanistas, sacerdotes de todos los credos. A los sectores patrióticos de las fuerzas armadas, los sectores agroindustriales (pymes y del campo), a los sindicatos, a los militantes sociales, a las organizaciones estudiantiles y feministas, a los artistas (plásticos, músicos, escritores, escultores, cineastas, actores, artesanos). Etc etc. Movimiento nacional que debería ser inscripto de inmediato para participar en las próximas elecciones legislativas de 2025 y así recuperar las mayorías en las Cámaras Legislativas con vistas a las presidenciales de 2027.
PROBLEMÁTICA DE CÓRDOBA
En su último discurso el ex gobernador Juan Schiaretti disertó en la Bolsa de Comercio, donde destacó la política fiscal en sus ocho años de gestión que permitió un ahorro corriente de 7.489 millones de dólares. El mandatario cordobés también ponderó el mayor plan de obras públicas de la historia de la provincia, por casi 9.000 millones de dólares.
Subrayó además la importancia del equilibrio fiscal logrado en la administración provincial, que permite darle superávit fiscal al electo gobernador con una provincia saneada. Sin embargo el nuevo gobernador Martín Llaryora comenzó su mandato haciendo un ajuste fenomenal en los salarios mediante la fórmula de aumentar el 2 % de los aportes jubilatorios y el 1 % para el servicio de salud pública (Apross) de afiliación obligatoria, y despidió a cientos de empleados de distintas reparticiones, con la fórmula de no renovar los contratos que vencieron en los últimos meses de 2023. ¿Quién miente, si es cierto que hubo superávit adónde fue esa plata?
También es sabido que la provincia tomó una deuda a futuro que hoy asciende a $ 1,8 billones para hacer obras faraónicas que benefician al complejo sojero y al gran empresariado, que además reciben exenciones impositivas. Y encaró un proyecto largamente postergado e innecesario: El acueducto desde el río Paraná hasta Córdoba, carísimo, por el desnivel entre provincias que obliga a elevar 600 metros el agua a lo largo de su recorrido con bombas cuyo consumo se agregará a las facturas de los cordobeses. Además, hay que revisar las exenciones impositivas de los edificios nuevos de Córdoba y los countries y hacer el seguimiento de la obra pública, el desmonte permanente que ha terminado con casi el 90 % del monte nativo, la contaminación de los cauces de agua por las mineras, los niveles de pobreza e indigencia más altas del país, y el comportamiento de nuestros representantes en las Cámaras legislativas nacionales y provinciales. Ver cómo votan las leyes, pero además hacer el seguimiento de quiénes renuevan bancas en 2025, para apoyarlos o reemplazarlos con candidatos propios, con una plataforma nacional, soberana, federal y con justicia social.
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* Fernando López es escritor y abogado. Fue juez de instrucción y juez de control en la justicia provincial de San Francisco. Lleva publicadas varias novelas y desde 2014 organiza el Encuentro Internacional de Literatura Negra y Policial “Córdoba Mata”.
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