En la séptima semana desde que se inició la pandemia y la cuarta completa en cuarentena, Córdoba tuvo una caída significativa de nuevos contagios cada siete días: 48 en la última semana, y 65 en la anterior. Es decir, una reducción del 26,15%. Pese a la bomba de contagios y fallecimientos que ha significado el caso del geriátrico de Saldán, la provincia ha podido bajar la dinámica de infectados semanales (Ver cuadro 1) y no ha tenido una variación significativa en la tasa de letalidad general (3,42% versus 4,69% de la media nacional). Las cifras son relevantes cuando resta una semana para finalizar la segunda prolongación del aislamiento social obligatorio, ahora administrado, que dispuso el gobierno nacional a partir del 20 de marzo. El resultado parcial es una evidencia de los efectos positivos de la medida.
Ayer, Córdoba reportó que no hubo ningún nuevo infectado, aunque se contabilizaron dos decesos, de dos pacientes que justamente se contagiaron en la residencia para adultos mayores de la localidad de Saldán. De este modo, los muertos allí son 3 y los fallecidos totales en Córdoba, 9. Esto significa que, hasta el momento, el capítulo del geriátrico aportó el 33,33% de las víctimas fatales de la provincia. Un dato complementario, es que 5 de las 9 muertes se produjeron en la séptima semana de vigencia de la pandemia en Córdoba. Esto es, el 10,42% de tasa de letalidad (porcentaje de muertes sobre el total de casos de la semana); un valor inusualmente elevado.
En la efectividad del caso cordobés, habría que sumar la agresiva política de contención (investigación epidemiológica) y el aumento de los testeos en aquellos lugares en los que se produjeron contagios sin nexo (origen del contagio, como en Villa Santa Ana, Villa del Prado, Alta Gracia, Saldán y Sierras Chicas, y el Mercado de Abasto). Sin embargo, la falta de medidas y controles adecuados en los geriátricos permitió la aparición del capítulo de Saldán.
Por el contrario, la Nación, después de tres semanas en las que había estabilizado la cantidad de nuevos casos de coronavirus que se producían cada 7 días (665 en la cuarta semana; 662 en la quinta; y 649 en la sexta), saltó a 753 en la séptima (Ver cuadro 2). Un incremento de 16,52%. No es una buena noticia frente a las presiones para ceder en las medidas de aislamiento que son la base de la estrategia oficial para contener el crecimiento exponencial de casos de la enfermedad y, por consiguiente de muertes -como se ha visto en otros países-. Con la contención de contagios se evita la saturación del sistema de salud y por lo tanto, la tasa de letalidad es menor.
VER COVID-19, día 34: hubo 103 nuevos casos y la curva de contagios tiende a amesetarse.
La explicación de este comportamiento parece estar centrado en las dificultades que tiene -sobre todo- la provincia de Buenos Aires para contener la propagación del coronavirus. El número de casos siguió en alza en términos absolutos, aunque se redujo el porcentaje de crecimiento cada siete días. El otro distrito que mostró un comportamiento similar fue Chaco. Mientras que en el resto de los grandes focos esa velocidad (por número de casos y porcentaje) tendió a desacelerar.
Buenos Aires tenía hasta la quinta semana 443 casos de coronavirus, hasta la sexta 667 (diferencia de 224, +50,56%), y hasta la séptima 915 (diferencia de 248 respecto de la anterior semana, +37,18%). Es decir, todavía la curva de contagios es ascendente (224 casos en la sexta; 248 en la séptima), aunque su incremento tiende a perder velocidad (+50,56% en la sexta respecto de la quinta; y +37,18% en la séptima respecto de la sexta).
En un contexto de una curva aplanada o con tendencia a disminuir en muchas provincias, como el caso de Córdoba, la situación de Buenos Aires es la más compleja porque es la única que mantiene esta tendencia alcista de los grandes conglomerados.
Por ejemplo, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires muestra una desaceleración en la cantidad de nuevos casos por semana: 138 en la sexta semana; 110 en la séptima. Esto es, un 25,45% menos de nuevos casos. Se trata de un número similar al de Córdoba.
CUADRO 1
CUADRO 2
EN SALDÁN
Ayer fallecieron dos personas con diagnóstico de Covid-19. Ambas residían en el geriátrico Santa Lucía de Saldán, en donde se detectó el brote el pasado 9 de abril.
El primero de los casos, corresponde a una mujer de 84 años, con enfermedades preexistentes, cuyo diagnóstico de coronavirus fue confirmado el pasado 10 de abril. El 11 de abril fue derivada al Hospital Nacional de Clínicas, donde estuvo internada con oxígeno. Falleció a las 21 horas del domingo.
En el segundo caso, se trata de un hombre de 85 años, que fue diagnosticado con Covid-19, también el 10 de abril. Tenía problemas de salud preexistentes. El 11 de abril fue derivado al Hospital Italiano, en donde estuvo internado con oxígeno hasta su fallecimiento en la madrugada de ayer.
Hasta ahora hay un total de 65 casos positivos relacionados con el geriátrico, 50 adultos mayores y 15 empleados. Del primer grupo, 3 fallecieron.
Por otro lado, la Provincia, a través del Registro de Unidades de Gestión de Prestaciones de Salud (R.U.Ge.Pre.Sa) y el Pami, que cubría la prestación, se encuentran trasladando a las 35 personas que vivían en la residencia.
VER Coronavirus: murió un hombre de 74 años, residente del geriátrico de Saldán.
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