Un trabajo de investigación estadística publicado en la Revista Científica Nature asegura que el cierre de instituciones educativas está en segundo lugar, con 73% de contribución a la reducción de R, es decir, el número que indica a cuánta gente puede contagiar una persona infectada por coronavirus.
El estudio, que se realizó en 79 territorios y luego fue validado con datos externos de 226 países, tenía por objetivo realizar un ranking de efectividad de medidas de intervenciones no farmacéuticas (NPI) utilizadas por los gobiernos para frenar la propagación del virus.
Según indicó el jueves el Ministerio de Salud bonaerense, en ese estudio se analizaron más de seis mil medidas implementadas, entre las que se encuentran las restricciones de viaje, el distanciamiento social, medidas de protección personal, autoaislamiento, cierre de escuelas y prohibición de eventos públicos.
El estudio llegó a la conclusión de que es necesaria una combinación adecuada de NPI para frenar la propagación del virus: “Las medidas menos disruptivas y costosas pueden ser tan efectivas como las más intrusivas y drásticas (por ejemplo, un bloqueo nacional)”, pero que siempre depende del contexto local como del momento de su adopción.
En cuanto a las medidas más efectivas, el texto dice que se encontraron 6 categorías que muestran mayor impacto en R t: “se muestran por pequeñas cancelaciones de reuniones (83%, Δ R t entre −0,22 y –0,35), el cierre de instituciones educativas (73%, Δ R t oscilan entre −0,15 a −0,21) y las restricciones fronterizas (56%, Δ R t entre −0,057 y –0,23)”.
También incluyen las NPI que apuntan a incrementar las capacidades de atención médica y de salud pública (mayor disponibilidad de equipo de protección personal (EPP): 51%, Δ R t −0.062 a −0.13), restricciones de movimiento individual (42%, Δ R t −0.08 a −0,13) y bloqueo nacional (incluida la orden de quedarse en casa en los estados de EE. UU.) (25%, Δ R t −0,008 a −0,14)”, indica el estudio.
En modo de conclusión, las medidas más efectivas que se observaron son las que “incluyen toques de queda, encierros y cierre de lugares cerrados y restringidos donde las personas se reúnen en cantidades más pequeñas o grandes durante un período prolongado”.
“Es decir, cancelaciones de pequeñas reuniones (cierre de tiendas, restaurantes, reuniones de 50 personas o menos, trabajo obligatorio a domicilio) y cierre de instituciones educativas”, se precisó desde la provincia.
Respecto a las escuelas, el trabajo explica que estudios previos no le atribuían el efecto de propagación del virus, pero que la evidencia actual indicó que el cierre de escuelas en los Estados Unidos redujo la incidencia de Covid-19 y la mortalidad en un 60%.
Asimismo, en Corea del Sur se identificó a los adolescentes de entre 10 y 19 años como las personas con más probabilidades de propagar el virus, antes que los adultos y los niños en entornos domésticos.
Por su parte, el estudio remarca que debe haber “un equilibrio entre las medidas radicales y de menor impacto para evitar consecuencias adversas, ya que las menos drásticas también pueden fomentar un mejor cumplimiento por parte de la población”.
Por último, recomienda que los gobiernos deben considerar primero la NPI menos restrictivas, adaptadas al contexto local, y que en caso de que el número de infecciones aumente (o aumente por segunda vez, como en nuestro país), antes de elegir las opciones más intrusivas.
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