“Gusten o no gusten, las sesiones se pueden hacer de modo virtual. En la medida que se utilicen sistemas tecnológicos validados como los que planea usar la Cámara de Diputados, que tengan reconocimiento facial y otros controles para garantizar la identidad de los legisladores y su voto, que la transmisión no se corte, que todos puedan ejercer su derecho de expresión, es perfectamente factible. De acuerdo a la información existente, la sesión puede tener más controles que cuando estuvo el diputrucho de la época de Carlos Menem (se refiere a la sesión del 26 de marzo de 1992, cuando fue aprobada la privatización de Gas del Estado). Una sesión de este tipo es perfectamente constitucional y considero que la Constitución Nacional debe interpretarse de modo integral y dinámica”. El que habla es el abogado constitucionalista cordobés, Miguel Hugo Rodríguez Villafañe.
ENREDACCIÓN lo consultó para conocer su punto de vista sobre la constitucionalidad de las sesiones virtuales y las resoluciones que allí se tomen, sobre todo por el alto riesgo que implica una sesión presencial con la participación de todos los legisladores y el tratamiento de temas como el impuesto a la riqueza.
“La Constitución Nacional dice que para ser senador tenés que tener una renta de 2000 pesos fuertes, y eso se encuentra en desuso. Del mismo modo: ¿Por qué tenés que seguir sesionando exclusivamente arriba de un sillón? Hay que transparentar las discusiones, adecuarlas a los contextos, que como este es de una crisis inédita, ya no sólo para los argentinos, sino para el mundo; y tener claro que toda resolución que afecte intereses, como puede ser el impuesto a la riqueza, es probable que genere demandas de los que tienen que pagar. De cualquier modo, creo que estos sectores podrían plantear incidentes judiciales, tanto con una sesión presencial, como con una virtual. Aunque, obviamente, con argumentos diferentes. En un caso, como este, si el Congreso habilita sesiones virtuales, creo que habrá un acento en lo formal. Pero, ¿cuál es el agravio? ¿Qué no se constituyó el quorum presencial para sesionar? Se puede constituir por vía digital y el único modo de que haya un agravio es que el sistema no sea seguro o que no puedan ser identificados de modo fehaciente los legisladores. Eso no es posible, porque el sistema digito-facial, es seguro. Ahora, la sanción de una ley, si afecta intereses concretos como los que mencionamos, afecta a gente que tiene suficiente dinero como para contratar ejércitos de abogados para eventualmente obstruir lo que se decida”, explicó Rodríguez Villafañe.
Respecto de la constitucionalidad o no de una sesión virtual, el abogado cordobés afirma que “la Justicia tendrá que observarla no sólo por la letra de otro contexto. La Justicia debe actuar de acuerdo a la evolución del derecho. Si nosotros tenemos la realidad de una era digital como la que vivimos, no podemos pretender arreglar relojes de esta era con la tecnología de la del reloj a cuerda. Trasladado a la Justicia, es lo mismo. Es otro momento de la historia y existe un contexto excepcional y particular. A su vez, existen factores como que el individuo a partir de portar el virus, es amigo-enemigo de otros individuos, y puede ser vector de contagio poniendo en riesgo la vida de otros. Eso vuelve impredecible a una sesión presencial. Por lo tanto, considero que cualquier tribunal debe atenerse a la ley, pero la Corte, que es también un tribunal político, sin salirse del marco jurídico, puede ver realidades diferentes, como esta de la que estamos hablando”.
-Los reglamentos de las cámaras no contemplan este tipo de sesiones y para hacerlo, primero deberían sesionar presencialmente. ¿Cómo se resuelve ese dilema?
“Las cámaras pueden decidir cómo sesionar. El Congreso se debe adaptar a la realidad y sesionar. Sesiona el presidente con los gobernadores por vía digital. Sesiona la Justicia por teleconferencia, incluso para algunos juicios. Los programas de radio se hacen por Internet, desde la casa. Tenemos un mundo que se maneja así. Hay un dato de la realidad, no podés seguir considerando un planteo de forma como un eje para resolver este problema”.
“Hay un segundo elemento: No podés sacar de contexto que estamos en una pandemia que no sucedió nunca en la Humanidad. Nunca. ¿Cuándo se ha visto que, sin estar en guerra o bajo una dictadura, haya que estar 40 días encerrado en tu casa? Nunca. Es más duro que con estado de sitio lo que está sucediendo”.
“Por lo tanto, el contexto adquiere un lugar preponderante”.
“Luego se encuentra la necesidad de sesionar. El Poder Legislativo tiene que sesionar porque es un poder del sistema republicano”.
“Dentro de todos esos supuestos, hay que seguir caminos heterodoxos porque lo ortodoxo no cierra. Ese es el desafío”.
“Insisto, por último, en que es necesario aplicar criterios novedosos a partir de una situación excepcional como la que estamos viviendo. Mire, le voy a contar algo que pasó en nuestra familia. El fin de semana falleció un primo en Buenos Aires y la capilla ardiente y un breve responso se transmitieron por Zoom. Éramos 79 parientes siguiendo este rito por una transmisión digital. Entonces, si esto se pudo, y si la prioridad es que funcione el país, debo decir que la realidad tiene cara de hereje”.
EL PROTOCOLO DE DIPUTADOS
La Cámara de Diputados aprobó un protocolo para permitir el desarrollo de las sesiones. Dicho protocolo, de sólo 7 carillas, autoriza el “funcionamiento de sesiones telemáticas, adecuando a esa modalidad las reglas establecidas en el Reglamento de la Cámara”, en comisiones y sesiones.
Establece que los diputados recibirán un mail a su casilla con el link con la red privada (VPN) y deberán chequear su tecnología disponible con la dirección de Sistemas, que lo sometió a pruebas de hackeo para testear su seguridad, con el monitoreo del secretario general de la Cámara, Juan Manuel Cheppi.
Sergio Massa, titular de Diputados, firmó un convenio con Arsat para garantizar la conectividad y con el Registro Nacional de las Personas (ReNaPer) para asegurar la verificación de identidad con una revisión biométrica instantánea de 5 pasos, a través de la toma de fotografías de los diputados. Elegirán entre tres variantes: rostro neutral, rostro con una mueca indicada por el sistema (sonrisa, guiño, etc.) y rostro con ojos cerrados.
Los diputados deberán estar presentes en la plataforma telemática y con la cámara de video encendida para que su presencia sea computada y validen el quórum, mientras que la votación se realizará a través de la plataforma y, si hiciera falta, a viva voz. Son 257 legisladores.
Por si acaso, una vez finalizada la votación, los secretarios de la Cámara leerán los nombres y apellidos de los diputados que hayan votado en forma afirmativa para construir una mayoría, lo verificará la Dirección de Sistemas, con registro y archivo. Para presentar proyectos podrán utilizar la firma digital, que pese a estar vigente desde 2013 tiene pocos trámites iniciados.
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