En junio de 2024, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una caída de 3,9% en la comparación interanual (ia) y de 0,3% respecto a mayo en la medición desestacionalizada (s.e.). La información fue dada a conocer por el INDEC, Instituto Nacional de Estadística y Censos. La cifra revela que la economía continúa en recesión, contrario a las expectativas del gobierno. Esta tendencia se inició en octubre de 2023, se extiende ya por tres trimestres, y aún no se ha revertido.
Con relación a igual mes de 2023, seis sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en junio, entre los que se destacan Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+82,4% ia) -comparado contra un mes de 2023 que fue impactado por la sequía que sufrió el país- y Explotación de minas y canteras (+4,6% ia).
La actividad Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+82,4% ia) fue, a su vez, la de mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE, seguida por Explotación de minas y canteras (+4,6% ia).
Sin embargo, ese empuje del sector agropecuario no fue suficiente, ya que nueve sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan Construcción (-23,6% ia) e Industria manufacturera (-20,4% ia). Junto con Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-18,6% ia) le restaron 6,8 puntos porcentuales a la variación interanual del EMAE.
Cabe recordar que, en mayo de este año se había producido un salto interanual de 1,9% y un crecimiento de 0,7% respecto de abril. Con ese argumento, más la serie que venía produciéndose desde marzo con la disminución de los valores de contracción llevaron al gobierno a afirmar que se iniciaba un ciclo de recuperación, dejando atrás los efectos recesivos del plan económico sobre la actividad económica. Los datos parecen estar indicando que todavía no finalizó el ciclo negativo y por la magnitud de las cifras y su tendencia, es probable que la fase contractiva se prolongue.
La industria y el comercio fueron los dos sectores que más incidieron en esta baja. En el primer caso, el derrumbe anual de su producción se aceleró desde el 14,2% al 20,4%, mientras que en el segundo caso el pasaje fue del 11,4% al 18,6%.
Detrás de esos dos rubros se ubicó la construcción, con una reducción de su actividad del 23,6%. En mayo la merma había sido del 22,1%.
La pérdida de poder adquisitivo de la población, que golpeó la capacidad de consumo interno, y la paralización de la obra pública fueron los principales factores que acentuaron la recesión.
Con estas variaciones, en el acumulado del primer semestre, el indicador que funciona como avance de la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) registró una baja del 3,2%. En esa línea, el director del CEPA -Centro de Economía Política Argentina-, Hernán Letcher, aseguró, además, que “no hay rebote. La economía argentina volvió a caer en Junio. Excluyendo el sector agro (que interanualmente crece 82,4% en comparación a un 2023 atravesado por la sequía), la economía se contrajo 8,8% interanual en junio. Utilizando esta metodología para el primer semestre del año, la retracción es de 6,6%”.
Mientras tanto, el nivel promedio de actividad del segundo trimestre se ubicó 1,7% abajo respecto del primero. Se trató así del tercer trimestre consecutivo con números en rojo.
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