Hoy, celebramos 40 años de Democracia ininterrumpida en nuestro país. Cuatro décadas en donde con aciertos y errores el pueblo argentino forjó su destino.
Nada de lo que esté fuera de ella es un camino posible para alcanzar la paz y la justicia social. Todo es perfectible, indudablemente lo es. Los tiempos tumultuosos no deben hacernos olvidar del valor que tiene la libertad de los hombres y mujeres que habitan esta tierra; una libertad colectiva que hermanada construye futuro con inclusión. La mano de un par de estos suelos siempre extendida, para no dejar atrás a nadie en el peregrinar de la sociedad.
Mientras el pueblo pueda elegir su destino siempre habrá un camino por hacerse, uno nuestro, de todos y todas.
Como supo decir el ex presidente Raúl Alfonsín “Celebremos la democracia que hoy tenemos, la que nos da la dicha de ejercerla en plenitud. No es la obra de un hombre ni de un gobierno, es el logro más maravilloso de todos y de cada uno; la hermosa hazaña del noble y sufrido pueblo argentino”.
Sigamos construyendo democracia y unidad nacional. Y trabajemos todos juntos para que este maravilloso país encuentre el horizonte deseado.