Sergio Tocalli es el ministro de Desarrollo Social de un gobierno donde las políticas sociales y de género están en manos de la secretaria de Equidad y Promoción del Empleo, Alejandra Vigo. Le tocó salir a poner la cara frente a datos muy duros: Córdoba es la provincia que más niños, niñas y adolescentes indigentes tiene en el país y la segunda con más personas bajo el nivel de pobreza de entre 0 y 17 años. El estudio del CIPEES refleja que son 564.000 chicos y adolescentes bajo la línea de pobreza, 156.000 de los cuales son indigentes. El tema es un escándalo político y económico, local y nacional, en una de las provincias más ricas de Argentina.
El asunto es que Tocalli, que fue intendente de Monte Buey y llegó al ministerio desde una vocalía en la Agencia Córdoba Deportes, es un hombre histórico del peronismo. Siempre tuvo un perfil bajo y su desembarco en desarrollo social fue para ubicarse detrás de Vigo.
En este caso, en lugar de analizar el nuevo y preocupante escenario, aseguró que la información del INDEC no refleja la realidad de la provincia, ni la inversión en desarrollo social que efectúa la provincia de Córdoba y adelantó que el gobierno provincial efectuará mediciones propias con ayuda de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Dicho sin anestesia, Tocalli y la administración provincial consideran que está mal medida la pobreza en Córdoba y, por lo tanto, están diciendo que el INDEC no es creíble.
Sin embargo hay otra lectura más detrás de esta afirmación literal: todo el espacio político antikirchnerista cuestionó al INDEC y sus números entre 2003 y 2015. A tal punto, que en esos años, la inflación llegó a tener varias mediciones privadas o públicas, como la denominada inflación Congreso. Ahora, Sergio Tocalli es el nombre propio de quien desaprueba al nuevo INDEC, relanzado por el gobierno nacional de Mauricio Macri. No es una buena señal.
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