La Municipalidad de Villa María destruyó 62 caños de escape, en presencia del secretario de Gobierno, Seguridad Ciudadana y Asuntos Legales, Eduardo Rodríguez, y los los jueces de Faltas, Julio Aliciardi y Héctor Paschetta, quienes supervisaron el correcto desarrollo del procedimiento.
Tal como lo establece el Código de Tránsito, aquellas motos que presenten un caño de escape no reglamentario, serán retenidas y deberá sucederle la remoción y destrucción del dispositivo, por lo que se ordenó el procedimiento.
En base a la modificación de la ordenanza N° 7.376, los rodados que circulan en la ciudad con un caño de escape no reglamentario, serán retenidos para el secuestro y destrucción del dispositivo, a los fines de reducir la generación de ruidos que incrementa significativamente la contaminación sonora.
Al ser consultado sobre el accionar legal, Paschetta aseguró que tiene un doble sentido ya que “se busca normalizar una situación que causa molestia a los vecinos y al mismo tiempo transmitirle a los infractores el cumplimiento de la norma”.
La reglamentación establece que todo vehículo que circule con un caño de escape que supere los décibeles permitidos será decomisado y luego destruido. El propietario del rodado deberá abonar una multa y presentar la documentación correspondiente para retirar su vehículo, una vez decomisado el dispositivo no reglamentario.
“En esta oportunidad estamos presenciando la destrucción de 62 escapes que están en contravención, detectados en los últimos 10 meses”, indicó el letrado. Así también, aseguró que este tipo de instancias continuarán replicándose a futuro.