La casa del country Lomas de la Carolina donde el domingo a la tarde murió una pareja de novios, tenía calefacción central alimentada por agua. El dato llamó la atención a los investigadores ya que, según los resultados preliminares de la autopsia, Mauro Gabriel Schwartz, de 20 años, y Sofía Kogan, de 17, murieron asfixiados, mientras dormían, por la gran concentración de monóxido de carbono que había en el ambiente.
Los chicos fueron hallados por la abuela de Mauro, el domingo, cuando la mujer fue a despertarlos cerca de las 20. En la habitación se encontró con los cuerpos desvanecidos: Sofía estaba en el piso y había signos de que habían vomitado. En la habitación había un aparato de calefacción, que está siendo peritado. Durante todo el día de ayer se abrieron diversas especulación sobre la causa del deceso, hasta que finalmente el fiscal Horacio Vásquez confirmó que fue por asfixia. Así se descartaron las versiones del pacto suicida o la muerte originada por consumos de sustancias, como circuló en redes sociales.
Aunque la pericia de bomberos aún no está lista, una de las hipótesis que manejan los investigadores es que “una pérdida de gas se haya filtrado y distribuido por los conductos de la calefacción”. Es que, aunque la calefacción era a agua, el lunes el aire de toda la casa estaba contaminado. Según la fuente, la casa se mantuvo cerrada desde el domingo a la noche, tras el hallazgo. Cuando los bomberos volvieron a ingresar, el lunes por la mañana, midieron el aire del inmueble y comprobaron que había una gran concentración de monóxido de carbono, por lo que especulan que, posiblemente, una pérdida, había contaminado el aire.
Esos indicios se complementan con el testimonio de la abuela, quien encontró el cuerpo y el cuadro con el que se encontraron los forenses en la habitación. “El monóxido te hace perder la conciencia. Es posible que uno de los chicos se haya levantado al baño a vomitar y sin embargo no tuvo la lucidez suficiente para poder salir del recinto”, dijo la fuente.
Lo jóvenes había asistido a una fiesta en casa de amigos de barrio Villa Belgrano, el sábado a la noche. Mauro, que vivía con su abuela en la casa, volvió a dormir con su novia.
Al mediodía, la abuela se sintió mal y llamó a su hijo. Cómo es paciente cardíaca, le pidió que la llevara hasta el Cardiológico. Pensó que el malestar se debía a su problema clínico. “Es posible que haya tenido que ver con el monóxido en la casa”, deslizó la fuente.
Después de almorzar, la mujer le pidió a su hijo que la lleve hasta el Paseo Rivera. Volvió a la casa recién a última hora de la tarde y vio que su nieto aún no había despertado. Cuando fue a la habitación se encontró con el cuadro.
Mauro jugaba al rugby. Sofía era oriunda de Catamarca, hija del reconocido ex jugador de rugby y actual entrenador de Los Teros, Sebastián Kogan.
Desde Catamarca, Kogan escribió en el muro de Facebook de su hija: “No tengo palabras para escribirte!! Me tiembla el pulso, no puedo parar de llorarte!!! Te pido perdón por cada beso y abrazo que no pude darte cuando lo necesitabas!! Te pido perdón, por no recorrer juntos el camino de la vida!!! Pero sabe bien, mi chofi hermosa, que una parte de mi corazón se fue con vos para que no estés sola allá arriba!!! Que en paz descanses mi princesita!! TE AMO POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE!!!”.
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