Si bien desde el mes de marzo de este año comenzó la cuarentena obligatoria en nuestro país, se han venido flexibilizando distintas actividades por disposición de las respectivas autoridades, de forma paulatina y previa autorización mediante la aprobación de protocolos que permitan hacerlo.
Pero hay una actividad específica, que de alguna forma viene siendo restringida, y es la que llevan adelante los sindicatos argentinos.
Si bien se entiende que lo que se busca es evitar la aglomeración de personas dentro de los edificios de las distintas organizaciones sindicales del país, hay cuestiones que no se logran entender. Por ejemplo se abren grandes superficies comerciales como shoppings, bares, próximamente gimnasios y natatoria, pero los sindicatos no son autorizados aún, para que a través de protocolos puedan sesionar de forma presencial, al menos los cuerpos orgánicos.
Los sindicatos, necesitan llevar adelante asambleas y cuerpos generales de delegados por distintas razones.
¿Por qué no se están avanzando, en protocolos para permitir que se ejerza el derecho a la actividad sindical?
En el supuesto que no se autoricen las reuniones presenciales en los sindicatos, el Ministerio de Trabajo podría trabajar junto a las organizaciones gremiales para que mediante plataformas digitales, se pueda sesionar, y que las asambleas o cuerpos generales de delegados sean considerados legales por estos medios, al menos, provisoriamente.
Si bien hay sindicatos activos que siguen gestionando para sus representados en materia salarial, elaborando protocolos para distintas cuestiones gremiales (ejemplo teletrabajo), firmando nuevos convenios para la obra social sindical, y bregando por nuevos derechos y conquistas; por el contrario, hay otros sindicatos en cuarentena. Es decir, responsabilizando de todo a la pandemia del coronavirus, que no consiguen paritarias, no tienen gestión alguna para quienes representan, no se comunican con sus afiliadas y afiliados (aunque sea por medio de plataformas de manera informal, para no perder el contacto con las bases), y las autoridades de los cuerpos generales de delegados parecieran no existir, demostrando no estar a la altura de las circunstancias, ni merecer ocupar esos cargos (tampoco se contactan con los delegados y delegadas).
La pandemia si bien ha sido una causa real para ver limitada ciertas actividades gremiales hasta ahora, también ha sido usada como excusa por parte de autoridades de ciertos sindicatos para demostrarle a sus representados y representados, que no merecen estar donde están, ya que no tienen gestión alguna en beneficio de la gente.
¿Para qué siguen ocupando cargos? ¿Para no hacer nada? Pero también la pandemia demostró qué sindicatos gestionan y cuáles no. Qué consejos directivos hacen, y cuáles no tienen nada que mostrar. Qué autoridades de los cuerpos generales de delegados han demostrado merecer estar allí, y cuales demostraron que no lo merecen y deberían dar un paso al costado.
Pero, sobre todo, esta pandemia mostró a los dirigentes que, a pesar de todo, nunca perdieron contacto con sus bases (muchos vienen usando plataformas digitales para ello).
A veces se cuestiona que las bases se alejan de sus dirigentes. Quizá sea porque antes esos dirigentes eligieron alejarse de sus bases.
* Carlos Emanuel Cafure es abogado laboralista.
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