El Banco Central (BCRA) limitó este jueves el financiamiento de las compras en cuotas con tarjetas de crédito de pasajes y servicios de turismo al exterior como alojamientos, excursiones y alquiler de transporte, entre otras, tanto en forma directa o abonadas a través de agencias de viajes, plataformas web u otros intermediarios.
La medida fue adoptada a través de la Comunicación “A” 7407 y entrará en vigencia mañana.
“Las entidades financieras y no financieras emisoras de tarjetas de crédito no deberán financiar en cuotas las compras efectuadas mediante tarjetas de crédito de sus clientes –personas humanas y jurídicas– de pasajes al exterior y demás servicios turísticos en el exterior (tales como alojamiento, alquiler de auto, etc.), ya sea realizadas, en forma directa con el prestador del servicio o indirecta, a través de agencia de viajes y/o turismo, plataformas web u otros intermediarios”, expresó el BCRA en el documento.
Ante la consulta de Télam, fuentes de la entidad monetaria explicaron que los bancos o emisores de tarjetas, sí podrán financiar en cuotas este tipo de compras, aunque con una tasa mínima del 43% anual.
“Las ventas de pasajes al exterior que se compren con tarjetas de crédito deberán pagarse al contado o, si es con cuotas, con una tasa de interés mínima del 43 por ciento”, detallaron las fuentes.
La medida busca desalentar la compra de paquetes al exterior dado que, entre 2011 y 2020, la Argentina sufrió un importante déficit comercial por cuenta turística que se tradujo en una salida de divisas de volumen considerable.
Según un informe del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) del Ministerio de Desarrollo productivo, el déficit de ingresos y egresos de la cuenta viajes a través de operaciones del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) acumulado entre 2012 y 2020 fue de US$ 47.800 millones, según datos de BCRA.
En ese sentido, el Gobierno está impulsando el turismo interno a través del programa “Pre-Viaje” que bonifica el 50% de los consumos realizados en la compra de pasajes, alojamiento, excursiones y alquiler de vehículos, entre otros servicios, por un momento de hasta $100.000 por persona.
Un mes atrás el Central habilitó a los bancos a ofrecer a los turistas extranjeros que visiten Argentina la apertura de una caja de ahorro en pesos y dólares, con la idea de que las cuentas puedan usarse para compras en comercios en pesos en el país y de esa forma captar parte del ingreso de divisas que ingresará de forma legal a través del turismo.
Se espera el turismo sea uno de los motores de la actividad económica en los próximos meses y por el que ingresan al año entre US$ 5.000 y US$ 6.000 millones, según datos del Indec.
“Una estimación conservadora puede ser entre 15% y 20% del turismo que ingrese por esta cuenta. Incrementa oferta de dólares formales y mejora la recaudación impositiva”, señalaron a Télam fuentes de la autoridad monetaria.
La idea es que los bancos puedan ofrecerle a los turistas una tarjeta precargada en pesos contra los dólares de la cuenta, de modo que puede llegar al hotel y tener disponible por ejemplo la tarjeta de débito de su cuenta y así evitar traer billetes o bien evitar ser estafados o sufrir robos al cambiarlos por pesos en una casa de cambio ilegal.
De esta forma, los turistas podrán acceder a servicios financieros para el cambio de moneda, es decir, que podrán cambiar sus dólares a través del mercado de capitales a tipo de cambio MEP (actualmente en $ 200 por dólar), una mejor cotización que la del tipo cambio oficial minorista que es de $ 105 por unidad y para el que no hace falta parking, por lo que podrán disponer de los pesos en forma inmediata.
“El turista se beneficia porque no maneja efectivo, no tiene que acudir a una cueva, evita riesgo de asalto o estafa con monedas falsas. Además se puede beneficiar de cualquier campaña de promoción, por ejemplo para pagos con QR o que realice su entidad”, explicaron desde el BCRA sobre la medida.
Sin embargo, los bancos aún no decidieron si ofrecerán este tipo de producto.
Fuentes del sector confirmaron a esta agencia que no tienen claro si los costos de ofrecer ese producto, en materia de desarrollo de producto específico, se compensa con la masa de potenciales clientes que podrían conseguir.
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