(Por Pablo Tissera*). Cuando hablamos del Consenso de Washington (CW) nos tenemos que remontar a la década de los ’80, cuando los organismos internacionales de crédito, llámese Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM), imponen una serie de políticas como salida a las crisis de bajo crecimiento en los países del Norte y de abultada deuda externa en los países del Sur.
Las consecuencias sociales de dicha imposición fueron nefastas para toda la población latinoamericana, llegando al punto de revueltas populares que le dijeron basta al neoliberalismo como sucedió en nuestro país con la pueblada en la recordada crisis del 2001.
Hoy, pareciera que se repite la misma historia con el Pacto de Mayo propuesto por el Presidente Javier Milei, como si viéramos una vieja película donde ya conocemos el final.
LA 10 MEDIDAS IMPUESTAS POR EL CONSENSO DE WASHINGTON
Las políticas acordadas en Washington que marcan una bisagra a nivel internacional para la consolidación de la hegemónica globalización neoliberal financiera se pueden resumir en los siguientes puntos: 1) Disciplina fiscal; 2) Recorte del gasto público; 3) Incremento de la base tributaria; 4) Liberalización de las tasas de interés; 5) Libre flotación del tipo de cambio; 6) Liberalización del comercio internacional; 7) Liberalización de la inversión extranjera directa; 8) Privatización de empresas públicas; 9) Desregulación del Estado; 10) Garantías de seguridad legal para los derechos de propiedad.
Estas políticas basaron su ideario en el rol protagónico del Mercado dejando de lado la regulación del Estado, buscaban luchar contra el déficit público vía reducción del gasto público y reforma tributaria eliminando la progresividad impositiva, sumando privatizaciones de empresas públicas, liberalización del comercio internacional y desregulación de la inversión extranjera y el mercado laboral interno.
LA CRISIS DE 2001
En Argentina, quien implementó el Consenso de Washington al pié de la letra fue el ex-presidente Carlos Menen, quien en un contexto internacional marcado por la caída del Muro de Berlín y el sometimiento al rigor del pensamiento único, llevó adelante el desguace del Estado. Una historia que continuó con del gobierno de Fernando De la Rúa y eclosionó en una crisis social y económica hacia el 2001 con una pobreza que alcanzó al 46% de la población llegando al 66% en el 2002.
Luego, hacia el 2003 nuestro país entra en la ola de estados nacionales y populares de Latinoamérica que van recuperando un rol del Estado activo y presente poniendo en el centro de la escena el bienestar común ciudadano regulando un mercado que sólo genera desocupación y pobreza.
EL PACTO DE MAYO 2024
En la apertura de las sesiones legislativas del pasado 1 de Marzo nuestro presidente revivió el pasado, claro que ya lo había hecho con la caída Ley Ómnibus y el DNU 70/2023, pero los 10 puntos enunciados por Milei tienen una similitud directa respecto de los 10 puntos del Consenso de Washington.
A casi 3 meses de gestión propuso a los gobernadores firmar un acuerdo en Córdoba, al que denominó el Pacto de Mayo, que contiene los siguientes puntos; 1) inviolabilidad de la propiedad privada; 2) Equilibrio fiscal innegociable; 3) Reducción del gasto público al 25% del PBI; 4) Reforma Tributaria para disminuir la presión impositiva; 5) Rediscusión de la coparticipación federal de impuestos; 6) Compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país; 7) Reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal; 8) Reforma previsional; 9) Reforma política estructural; 10) Apertura al Comercio Internacional. Como verán, si profundizamos un poco el análisis de estos puntos volvemos al fundamentalismo del Mercado, donde el Estado no sirve, es mala palabra, es la “casta”.
LA POSICIÓN DE LA OPOSICIÓN
El documento firmado por Diputados/as de Unión por la Patria a horas del discurso de apertura de Milei planteó el rotundo rechazo del Pacto de Mayo aludiendo a las nefastas consecuencias que este Pacto traería profundizando la crisis social y económica que peligrosamente viene creciendo en los últimos tres meses de gestión donde la pobreza aumentó un 13% y la indigencia un 15%. Como así también llamó a construir una Argentina con base en la producción, en más y mejor trabajo, salud y justicia social.
En fin, el Pacto de Mayo más que el Consenso de Washington a la Argentina es el resultado de los condicionamientos de los organismos internacionales de crédito que maneja a gusto y “piacere” la política social y económica de nuestro país. Ahora queda en el pueblo y sus organizaciones sindicales, sociales y políticas decidir hasta cuándo vamos a permitir el avance del neoliberalismo.
* Pablo Tissera es dirigente cooperativista y presidente del Partido Solidario Córdoba.
—
SUSCRIBITE A DOSSIER360.
SUSCRIBITE A ENREDACCIÓN.
RECIBÍ EL NEWSLETTER DE NOTICIAS DE ENREDACCIÓN EN TU E-MAIL.
CONTACTO CON LA REDACCIÓN DE ENREDACCIÓN.