El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina presentó el informe “Heterogeneidad y fragmentación del mercado de trabajo (2010-2018)”.
El informe analiza la fragmentación y la precariedad laboral en los trabajadores urbanos, así como del efecto que esto tiene en las condiciones de vida de los hogares.
Según los resultados referidos al tercer trimestre de 2018, sólo el 44,1% de la población económica activa de 18 años y más logró acceder a un empleo pleno de derechos.
Mientras que el 9,9% de esta población se encontraba abiertamente desempleado y el 18,6% sometida a un subempleo inestable (realizando changas, trabajos temporarios o no remunerados, o siendo beneficiarios de programas de empleo con contraprestación).
Al mismo tiempo, el 27,2% contaba con un empleo regular pero precario (con niveles de ingresos superiores a los de subsistencia, pero sin afiliación alguna al Sistema de Seguridad Social).
Asimismo, el sector micro-informal (actividades laborales no profesionales, con alta rotación y baja o nula vinculación con el mercado formal) reunió al 49,3% de los ocupados. Dentro de ese sector, un 81,7% de los trabajadores tenían un empleo precario o un subempleo inestable y sus ingresos fueron 41% menores que los ingresos del total de ocupados. El 75,9% no contaba con aportes jubilatorios, y el 51,3% no poseía cobertura de salud nominativa, señala el trabajo.
En 2018, el ingreso medio mensual de los trabajadores del sector micro-informal fue un 41% menor que el ingreso del total de ocupados.
En ese año, el ingreso medio mensual del total de los ocupados fue de $ 17.454.-, el de los trabajadores del sector micro-informal de $ 10.283.-, el de los ocupados del sector privado formal de $ 24.985.- y el del sector público de $ 22.987.
En el mismo año el ingreso horario de los trabajadores de este sector fue un 38% menor que el del total de ocupados.
El nivel socioeconómico del hogar es el factor que más incide en las limitaciones de inserción en trabajos de calidad. La probabilidad de ocuparse en el sector micro-informal aumenta 13,5 veces al comparar a los trabajadores de hogares de nivel socioeconómico muy bajo con los de nivel medio alto, anulando el efecto de otras variables. Si se considera el acceso del hogar al empleo pleno a través de todos sus miembros activos, casi 4 de cada 10 hogares (38,7%) solo disponen de trabajadores precarios o en situación de desocupación.