Carlos Ahumada Kurtz es cordobés. Vivió muchos años en México, donde amasó una fortuna con la obra pública y donde también estuvo preso. Ahora, desde el Norte del Continente, lo vuelve a requerir la Justicia para que complete una sentencia a cinco años de prisión por el delito de fraude genérico en relación a contratos de obras públicas con el gobierno de la Ciudad de México. Según la Justicia mexicana, tiene pendiente 1 año, 10 meses y 23 días entre las rejas (ya estuvo detenido poco más de tres años).
Ahumada fue gerenciador de Talleres durante un año y medio (del 5 de febrero de 2008 al 8 de setiembre de 2009), lugar que le cedió el anterior ocupante de ese sillón, Carlos Granero, quien terminó haciéndole juicio por una deuda superior al millón de dólares.
Este empresario argentino-mexicano tenía una gran vinculación con los Grondona, con Julio, el presidente de la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) y también con Humbertito, que fue DT de Talleres.
Cuando estuvo a cargo de Talleres, arregló el estadio de barrio Jardín, en Córdoba, incluyendo la iluminación. Pero cuando se fue al descenso, se llevó hasta las luces que había puesto.
También se fue en medio de un escándalo de Estudiantes de San Luis. El 5 de octubre de 2016, dejó la presidencia del equipo con el que había logrado tres ascensos en tres años llegando de la liga local (6.ª división del fútbol argentino) al Nacional B (2.ª división). En su renuncia señaló que esta decisión se debió principalmente a la campaña de hostigamiento sistemático realizada por el Gobierno de la Provincia de San Luis encabezado por Alberto Rodríguez Saá contra su persona y en consecuencia contra el Club.
Cuentan que cuando Interpol empezó a buscarlo en Buenos Aires en 2019, lo encontró en el baúl del automóvil que manejaba un ex jugador que era su empleado. Desde aquel momento quedó detenido y México pidió su extradición. Esto la justicia argentina no lo aceptó y Ahumada amenazó con denunciar al presidente Manuel López Obrador.
Alguna vez se cosió la boca estando en la cárcel. Cualquier hijo de Dios hubiera sido juzgado, condenado y cumplido su pena, pero este cordobés, hijo de un relojero, supo tener una cuenta de cerca de 400 millones de dólares y siempre la sacó barata.
Sus problemas judiciales empezaron en 2004, cuando aparece sobornando a servidores públicos, en los llamados “Videoescándalos”. Los videos de Ahumada fueron parte de una trama para desaforar al entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal y hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con el objetivo de que no se presentara a la elección presidencial de 2006.
Según investigaciones periodísticas, Ahumada, que realizaba obras para el gobierno de la Ciudad de México, entregaba dinero a miembros del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para financiar campañas electorales. Sería detenido por ello. Posteriormente, los involucrados en los “Videoescándalos”, Ahumada, René Bejarano y Gustavo Ponce, serían liberados.
Carlos Ahumada Kurtz al ser detenido en 2019.
Luego, el empresario que se había marchado a La Habana, fue detenido por las autoridades cubanas tras un pedido de extradición de México, siendo deportado. El 8 de mayo de 2007, salió libre. Incluso, fue considerado por una pequeña minoría de analistas y columnistas periodísticos, como un preso político.
El 28 de diciembre de 2007 la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) emitió la recomendación 19/2007 dirigida a la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal y a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal solicitándoles disculpas públicas a Carlos Ahumada y a su familia.
Su persona mereció un artículo de Fidel Castro titulado “El Gigante de las Siete Leguas, Parte II”. Ahumada también recibió disculpas del embajador de Estados Unidos, Manuel Rocha, por el trato recibido previamente, que además le devolvió la visa de su país que le había sido retirada producto del incidente judicial.
En mayo de 2009, Ahumada publicó su primer libro, llamado “Derecho de réplica”.
En 2019, Ahumada fue aprehendido por la Interpol en el aeropuerto de Buenos Aires, Argentina por presunta evasión de impuestos contra la hacienda pública de México, según la Fiscalía General de la República de México.
Aquella aprehensión de Ahumada sucedió días después del encarcelamiento de Rosario Robles, acusada de presunto desvío de recursos públicos durante la administración del entonces presidente de la república Enrique Peña Nieto, en la investigación popularmente conocida como “La estafa maestra”.
La aceptación de su extradición por parte de la Justicia argentina a fines de diciembre de 2021, para que complete una pena anterior, lo pone otra vez en el centro de la escena. Sin embargo, todavía no pasó nada y Ahumada Kurtz sigue en el país.
“No me van a llevar porque no hice nada. Soy inocente”, dice el empresario que se ríe de todos.
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