Gustavo Petro, el líder de la coalición Pacto Histórico, se consagró como el primer presidente de izquierda de Colombia luego de imponerse en la segunda vuelta electoral con el 50,47% de los votos sobre el magnate Rodolfo Hernández, con un discurso que se asentó en un programa de redistribución para “el buen vivir”, que promete un cambio en lo económico con cuidado del medioambiente junto a su vice, la activista Francia Márquez, la primera mujer afro que ocupará ese lugar.
A diferencia de lo que preveían las encuestas, la victoria de Gustavo Petro no fue tan reñida como se esperaba. Con el 99,88% de las mesas escrutadas en el conteo preliminar de la Registraduría Nacional, el exalcalde de Bogotá se consagró como el primer Presidente de izquierda de Colombia con el 50,47% de los votos que representan 11.277.905 de electores, frente al 47,28 Hernández, con 10.565106 electores.
El magnate le pidió al mandatario electo, que sea “fiel a su discurso contra la corrupción” en su futura gestión.
“Que Colombia se encamine hacia el cambio que predominó” en las elecciones de fines de mayo, reclamó Hernández en un discurso transmitido a través de sus redes sociales, en el que agradeció a los ciudadanos que aceptaron su propuesta “aunque fuera perdedora”.
La participación también se ubicó en niveles históricos y en comparación con la primera vuelta realizada el pasado 29 de mayo, registró un incremento de más de un millón doscientos mil electores. En el primer turno estuvo apenas encima del 54%, es decir, cerca de 21 millones de personas, y hoy ascendió a 58,02%, más de 22.600.000 que marcaron una concurrencia histórica.
Con los partidos tradicionales por fuera del balotaje, la campaña presidencial se había caracterizado en torno a la necesidad de un “cambio” pero con propuestas antagónicas que llevó a un escenario de polarización.
Pero finalmente la tendencia hoy se hizo evidente ya antes de las 17 (19 hora Argentina), a menos de una hora del cierre de las urnas.
Una expresión de la polarización fue la distribución de los votos en el territorio, mientras que Petro volvió a ganar en los departamentos del norte, oeste y sur, incluida la capital Bogotá, Hernández predominó en el centro y el este colombiano.
A Gustavo Petro le tocará gobernar con apoyo desde el Congreso donde tendrá mayoría en el Senado pero sin quórum propio. En la Cámara Alta el Pacto Histórico cuenta con 20 de 108 bancas y en la de Representantes tiene 28 de 188 lugares.
Además, durante la campaña Petro recibió el apoyo de nueve de los 16 representantes del Congreso elegidos en la Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, distritos que en 2022 participaron por primera vez en una elección luego de la firma de los Acuerdo de Paz.
Los nombres de su gabinete aún no han sido confirmados.
El líder el Pacto Histórico buscó ampliar su espacio en las horas previas al balotaje, cuando junto a excandidatos presidenciales, funcionarios y militantes de distintos espacios políticos sentaron las bases de un “Gran Acuerdo Nacional”.
Petro, de 62 años, junto a Francia Márquez, de 40, como compañera de fórmula, llegaron a este balotaje luego de ganar la primera vuelta del 29 de mayo con su coalición de izquierda llamada Pacto Histórico, que reúne partidos políticos, sindicatos, colectivos originarios y de defensa de las minorías sexuales, movimientos sociales y campesinos.
El programa de Petro, exalcade bogotano, asigna un rol más activo del Estado en temas como jubilaciones, ya que quiere tender a la desprivatización del sistema hacia uno mixto, y recaudación, pues promueve una reforma impositiva estructural con justicia social.
A su vez, insiste en la idea de la “democratización del Estado”, “participación vinculante de la ciudadanía” y la formación de “presupuestos participativo”.
Pese a no haber sido uno de los principales ejes de la campaña, Petro consignó en su programa que cumplirá con el Acuerdo Final de Paz y que avanzará “en el diálogo con el ELN” para “finiquitar la existencia de la insurgencia armada” y “someteremos a la justicia a los grupos multicrimen” (allí ubicó “en parte” al ELN).
La figura de Francia Márquez fue un punto de empuje para la campaña del Pacto Histórico. Será la primera vicepresidenta afro en un país en el que cerca del 10% de la población es negra o tiene ese origen.
Márquez había sido “probada” en las urnas, porque fue rival de Petro en las interconsultas de marzo y logró unos 785.000 votos. Cuenta con una militancia ambientalista y feminista, fue participante de los diálogos de paz con las FARC, distinguida con varios premios internacionales, y sufrió un atentado por esa participación. Distintas organizaciones feministas han manifestado apoyos a su figura.
Petro había votado por la mañana en Bogotá, cuando llamó a la ciudadanía a estar atenta a cualquier intención de fraude electoral, con el antecedente fresco en la memoria de la elección legislativa, cuando se registraron diferencias sustanciales entre el preconteo y el resultado final.
La advertencia tenía como hipótesis una reñida diferencia entre los candidatos que finalmente no fue tal.
Hernández, de 77 años, votó en la norteña ciudad de Bucaramanga, de donde fue alcalde, apenas abrieron las mesas a las 8 de la mañana. El empresario había llegado rodeado de un gran esquema de seguridad y no hizo declaraciones ni a los medios ni a sus simpatizantes. Replicó así su comportamiento a lo largo de la campaña de priorizar los mensajes a través de sus redes sociales por su rápida incomodidad ante las preguntas.
Gustavo Petro estará al frente de la gobernación del país desde la Casa de Nariño a partir del mes de agosto hasta 2026. Durante ese período deberá atender la grave situación alimentaria que atraviesa Colombia, un país en el que alrededor de 60% de sus habitantes no cuentan con un trabajo registrado y un 42% se encuentran en la pobreza.
El gobierno de Duque fue el principal objetivo de críticas durante los meses de protestas liderados por el llamado Comité Nacional del Paro (CNP) en contra de la carestía de la vida durante el 2021.
De las cinco elecciones en las que fue necesaria una segunda vuelta para definir al presidente de Colombia desde que ese mecanismo se incorporó a la Constitución, en 1991, en dos ocasiones, 1998 y 2014, el balotaje le dio el triunfo a quien había terminado segundo en la primera compulsa.
> Con información de TÉLAM.
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