Una nueva jornada de conflicto y violencia se vivió ayer en Bolivia tras el golpe cívico, policial y militar que desencadenaron los líderes opositores Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
La acefalía en la que quedó sumido el país, donde los lideres golpistas no pueden formar gobierno, y la resistencia de los habitantes de La Paz y El Alto, al golpe, generó numerosos incidentes en la capital del país.
Anoche, el Ejército decretó el Estado de sitio, pese a que no hay gobierno legítimo en funciones y ocupó las calles con tanques.
LA Organización de Estados Americanos (OEA), llamó a normalizar las instituciones del país y convocar a elecciones, pero no se refirió al golpe de estado que terminó con el mandato de Evo Morales, que se asiló en México. El ex presidente renunció el domingo luego que las Fuerzas Armadas le quitaron el apoyo y le pidieron su renuncia. La crisis se produjo luego que la OEA determinara que se había producido fraude en los recientes comicios presidenciales ganados por Morales y cuando el ahora ex presidente había convocado a nuevos comicios.
Mientras que opositores a Morales atacaron casas y locales de los partidarios del ex presidente, pero no fueron controlados por las Fuerzas Armadas. Por su parte, la Policía Nacional se plegó al golpe.
Mientras tanto, la conducción del país continuaba en duda por la renuncia de las principales autoridades de Poder Ejecutivo y de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia. La segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores, la opositora Jeanine Añez, podría asumir el mando con el objetivo de llamar a elecciones. “Creo que los bolivianos no merecemos esto. Le debemos certidumbre a la gente. Por lo tanto, si hay acompañamiento de las organizaciones civiles yo voy a asumir, pero si se decide otra vía u otro camino también lo voy a aceptar”, dijo entre lágrimas la legisladora.
TRUMP SALUDÓ LA INTERVENCIÓN DEL EJÉRCITO
El presidente estadounidense, Donald Trump, saludó la renuncia de Evo Morales como un “momento significativo” para la democracia de la región y felicitó tanto al pueblo boliviano como a los militares del país.
“Ahora estamos un paso más cerca de un hemisferio occidental completamente democrático, próspero y libre”, sostuvo el líder republicano, y también consideró que Nicolás Maduro y Daniel Ortega deberían seguir con atención la situación: “Estos acontecimientos envían una fuerte señal a los regímenes ilegítimos de Venezuela y Nicaragua de que la democracia y la voluntad del pueblo siempre prevalecerán”.
Con respecto a la dimisión de Morales, Trump indicó que el desenlace “preserva la democracia y allana el camino para que el pueblo boliviano haga oír su voz”. Por ello, felicitó al pueblo “por exigir libertad” y a los militares bolivianos “por cumplir con su juramento no sólo a una persona, sino a la Constitución de Bolivia”.