Todos somos clown aunque no lo sepamos. Es que en alguna de las veinticuatro horas del día, cada uno vive una situación cómica, inesperada, exagerada, ridícula o absurda. “Son las cinco categorías que rigen la naturaleza clownesca y con las que nacemos los humanos. Lo que ocurre es que algunos nos encontramos con otra dimensión que es la escénica.”, explica Ernesto Parra, el maestro de la payasería cubana que visita Córdoba para presentar su espectáculo La estación y brindar capacitaciones.
En su país no hay tradición en el arte clown, pero en vez de quedarse de brazos cruzados, alimentó su vocación de actor con diferentes lenguajes escénicos, como títeres y pantomima, hasta que apareció “Papote”. De mirada tierna y de aspecto simple, el alterego de Parra es un payaso que tiene 44 años, nació hace 20 y se siente de 6. Con esta técnica descubrió una herramienta de comunicación, con la cual contar historias y reflejar problemáticas, para que con una sonrisa dibujada el espectador pueda reflexionar sobre sí mismo y el mundo que lo rodea.
Un personaje de nariz roja te hace tomar distancia de la realidad para acércatela un poquito. En el caso de La estación cuenta cómo se gestó la identidad cultural de Cuba. “Todo lo que somos nos ha llegado de afuera. No solo lo económico, nuestra música, nuestra literatura, nuestra racialidad, es consecuencia de migraciones africanas, españolas, entre otras, somos una mezcla total. Además eso da un sentido de los 3 millones cubanos que viven afuera, motorizando un sistema de economía familiar”, explica su creador y “Papote” es el encargado de reflejarlo en el escenario. Durante la obra, esperará el tren que piensa lo llevará a su destino. Sin embargo, nunca pasa y si lo hace, no se detiene. Entonces “¿de dónde viene la solución? Es la reflexión de cómo una nación se ha gestado imaginando que vendrá de afuera, aunque seguro está en lo que puedas generar con tus manos para llegar a tu meta”, le adelanta a ENREDACCIÓN mientras toma un café, porque el mate no le gusta. Confiesa que intententará pasar uno dulce y que debe contenerse para que “Papote” no intervenga.
Siendo natural a la condición humana, es difícil enseñar a ser un payaso. Por eso, en la “Clownferencia” y en los talleres, Parra compartirá su experiencia de dos décadas trabajando con la disciplina y al frente de Teatro Tuyo, un espacio cultural que fundó en su Las Tunas natal. No sólo pretendían entretener con espectáculos, sino que querían convertirlo en un lugar de encuentro y crecimiento espiritual. En contra de la corriente, con esta iniciativa demostró que hay excepciones a la costumbre tunera de tomar la ciudad como de paso, donde nada puede nacer y echar raíces. “Cuando comenzamos a hacer giras fuera de Las Tunas, nos preguntaban si éramos de La Habana, cuando íbamos a La Habana nos preguntaban de que país veníamos y cuando llegábamos a Las Tunas nos decían ‘cuándo se van a ir para la Capital´. Hoy, ya no nos hacen ninguna de las tres preguntas, saben que somos de Las Tunas y en la provincia nos quieren allí”, resume a modo de balance.
Además, es la única escuela de arte clown en la isla, a donde ingresan sólo diez artistas que aspiren a ser payasos profesionales. “Elegimos a los estudiantes de acuerdo a las capacidades a desarrollar que demuestran, por ejemplo, que tengan musicalidad, ritmo, afinación, ductilidad en su cuerpo. Miramos las aptitudes que después perfilarán desde una técnica”, comenta. Tanto el estudio como la posterior inserción laboral son subsidiados por el Estado a través del Consejo Nacional de Artes Escénicas. Al concluir la carrera de dos años y medio, los egresados regresan a sus localidades conformados como compañía y con un espectáculo montado.
PARA AGENDAR
CLOWNFERENCIA
Jueves 28 de noviembre, a las 18 horas, en Fresca Viruta Espacio, Av. Patria 1526.
Reservas al tel: 453-3948 o 3513992003 / 3512455430
ESPECTÁCULO “LA ESTACIÓN”
Viernes 29, en Centro Cultural Alta Córdoba, Rodríguez Peña 1600.
Funciones programadas para escuelas de la zona. Tel: 433-6004.
FORMACIÓN PAYASA
Viernes 29 y sábado 30, en Centro Cultural Alta Córdoba, Rodríguez Peña 1600.