Dinamarca convertirá el 15% de sus tierras agrícolas en bosques y hábitats naturales. La medida que implementará el país nórdico tiene por finalidad reducir el uso de fertilizantes. La razón detrás de esta acción es que los niveles de oxígeno en las aguas danesas alcanzaron niveles alarmantemente bajos este año. Según los argumentos oficiales, esta situación se debe al vertido de nutrientes de los fertilizantes en las tierras bajas y la consecuente pérdida de vida marina.
A su vez, la resolución se toma en el marco de un plan verde para reducir un 70% las emisiones de CO2 que ese país generaba en 1990, para lo que se cobrará un impuesto a los productores de vacas, cerdos y ovejas. Del llamado acuerdo verde participaron el gobierno, agricultores, industria, sindicatos y grupos ambientalistas.
Dinamarca es uno de los países con más cultivo intensivo del mundo, con casi dos tercios de su territorio dedicado a este fin.
Para instrumentar esta decisión, el gobierno reservó 43 mil millones de coronas danesas (6.100 millones de dólares) para adquirir tierras de los agricultores durante las próximas dos décadas y permitir la recuperación de bosques y hábitats naturales, como los humedales.
Concretamente, para el año 2045, el gobierno prevé convertir 250.000 hectáreas agrícolas en bosques. También se prevé que 140.000 hectáreas que hoy son humedales, donde hay campos agrícolas y granjas, se vuelvan a inundar para restituir el medio ambiente.
Según el acuerdo, se planea plantar mil millones de árboles en tierras agrícolas durante los próximos 20 años, detalló el Ministerio del Acuerdo Tripartito Verde.
El ministerio fue creado en agosto para implementar el acuerdo verde alcanzado en junio de este año por los distintos sectores.
IMPUESTO AL GANADO
La medida tomada Dinamarca gravará a los ganaderos por las emisiones de efecto invernadero de sus vacas, ovejas y cerdos a partir de 2030. Se trata del primer país que avanza en instrumentar una medida de este tipo con el objetivo de reducir una importante fuente de emisiones de metano, uno de los gases más potentes que contribuyen al calentamiento global. El ganado emite metano por vía de sus eructos y flatulencias.
Para 2030, los ganaderos daneses pagarán 300 coronas (43 dólares) por tonelada equivalente a dióxido de carbono. El impuesto subirá a 750 coronas (108 dólares) para 2035. Sin embargo, debido a una deducción fiscal a los ingresos del 60 %, el coste real por tonelada comenzará en 120 coronas (17,3 dólares) y subirá a 300 coronas para 2035.
Aunque el dióxido de carbono suele recibir más atención por su papel en el cambio climático, el metano atrapa en torno a 87 veces más calor en un periodo de 20 años, según la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
Los niveles de metano -que se emiten en lugares como vertederos, sistemas de petróleo y gas natural y explotaciones de ganado- han subido especialmente rápido desde 2020. El ganado supone en torno al 32 % de las emisiones de metano causadas por la humanidad, según el Programa de Medio Ambiente de la ONU.
Una vaca danesa produce alrededor de 6 toneladas métricas de equivalente a dióxido de carbono al año. Según estadísticas oficiales del gobierno escandinavo, para el 30 de junio de 2022 había 1.484.377 vacas en el país. Se espera que la medida lleve a una disminución de los rodeos.
La decisión del gobierno y la sociedad civil danesa persigue el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2045, a la par que espera inspirar a otros países a seguir un camino similar.
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