El pasado jueves 22 de diciembre, en nombre de los trabajadores y trabajadoras del Sindicato Regional de Luz y Fuerza, hice entrega de un reconocimiento, al campeón del mundo, Nahuel Molina Lucero.
La placa que le acercamos a Nahuel, celebra su “humildad, sacrificio y calidad futbolística, que ha hecho feliz a todo un país”.
Junto a un grupo de futbolistas, que jugaron con el corazón, dejaron a la celeste y blanca en lo más alto.
Espero que Nahuel, como todos los integrantes del plantel y cuerpo técnico, puedan dimensionar la felicidad y el amor que el pueblo argentino les proporciona.
Les estaremos eternamente agradecidos, porque su logro convirtió en real y latente una ilusión y expectativa que vivió 36 años en los argentinos y argentinas.
Para nosotros, el fútbol y la Selección Argentina, es mucho más que un deporte, es orgullo, vivencias, encuentros, pasión de multitudes, felicidad, sueños y me atrevo a decir, una causa nacional compartida, desde los ranchos más inhóspitos hasta los grandes edificios de las capitales.
* Por Máximo Brizuela, secretario General del Sindicato Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF).
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