“La inflación del mes de marzo va a ser la más alta del año, va a superar el 6%”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, en un reportaje con C5N, en referencia al dato que dará conocer el INDEC el miércoles.
Guzmán admitió que “hoy la principal ocupación de la política económica es el problema de la inflación y asegurar que haya una recuperación de los ingresos reales, por eso es muy importante dar certezas en lugar de dar incertidumbres”.
El ministro planteó que “existen dos factores que explican la inflación hoy en la Argentina. Uno es un factor externo pero el otro es interno. En el primero, hoy el mundo esta viviendo el peor proceso inflacionario en décadas. Esto que está pasando con la guerra en Ucrania, afecta a los precios de la energía, de los alimentos, de los metales y lleva a un aumento de precios. Alemania no tenía inflación. En un solo mes, en marzo, los precios subieron 2,2%”.
A renglón seguido, Guzmán se preguntó “¿Cómo se ataca el componente interno de la inflación? Hace unos días, dio una definición muy importante y muy cierta el Secretario de Comercio, y dijo que “la inflación no se va a reducir con políticas de precios. No es que decís acuerdo de precios y se acabó la inflación. No funciona así”.
El ministro reiteró que “la inflación se ataca con política macro económica, y aquí se necesitan dos cuestiones: una es un programa económico. Eso hoy ya existe. Pero por otro lado, se necesita el apoyo político, porque la economía no funciona en un vacío”.
Días atrás, los principales analistas y consultoras estimaron que el índice de precios minoristas registró en marzo un incremento de 5,5%, por encima del 4,7% registrado en febrero, según los resultados del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) realizado por el Banco Central.
A fines de marzo pasado, los analistas de mercado proyectaron que la inflación minorista para el corriente año se ubicará en 59,2% inter anual, con un incremento de 4,2 puntos porcentual respecto de la encuesta previa realizada en los últimos días de febrero.
Asimismo, los participantes del REM revisaron las previsiones de inflación para 2023 ubicándola en 47,5% interanual, 2,5 puntos porcentual más que el relevamiento previo.
Guzmán enfatizó que “hoy la principal ocupación de la política económica es el problema de la inflación y asegurar que haya una recuperación de los ingresos reales. Nosotros aspiramos a que en este primer trimestre, los salarios le ganen a la inflación. Hace falta un apoyo político claro en lugar de llevar adelante acciones que generan incertidumbre”.
Insistió en que “se necesita un amplio apoyo político porque la economía funciona en un contexto de poder y hay que construir credibilidad y calmar las expectativas, para eliminar las incertidumbres, para poder bajar la inflación”.
El ministro puntualizó que “seguimos implementando un programa que aprobó el Congreso de la Nación que tiene distintos componentes que son los que se necesita atacar para poder, primero, contener el problema de la inflación y después atacarlo de una forma que se reduzca”.
A modo de ejemplo, Guzmán dijo que “hay un trabajo con el Presidente que está dando resultados, con el crecimiento de la economía y el empleo. Hemos hecho un ahorro de 37.000 millones de dólares en el pago de la deuda y pudimos refinanciar la deuda con el FMI. Pero por supuesto hay cuestiones para ordenar. Hoy la prioridad es bajar la inflación y hoy lo hablamos con el Presidente y este es el rumbo”.
Luego destacó que “vamos ordenando la cuestión externa y ordenando el financiamiento del fisco. La política macro económica necesita de un amplio apoyo político. La cohesión política sobre las medidas fue lo que permitió bajar a fines de 2020, la brecha cambiaria del 150% al 60%. Es necesario reducir el déficit fiscal y no depender del financiamiento y la deuda y al mismo tiempo, acumular reservas internacionales”.
Guzmán reiteró que “el principal factor doméstico de la inflación son las expectativas. Cuando la situación internacional afloje ahí va a ver una reducción de la inflación. Hoy la brecha cambiaria se reduce al 70% y a pesar de esto la inflación sube. No solo alcanza con el programa económico, hace falta que se asegure su viabilidad en el futuro para eliminar las expectativas”.
Para dar más señales de un necesario apoyo político, el ministro remarcó que “la política debe darle soluciones a la gente, no a la política. Buscamos dar soluciones a problemas graves, ahora buscamos soluciones a otros problemas. La centralidad que tienen las expectativas y la política sobre la economía es clave. La economía es política”.
Sobre algunas diferencias en el tema de un eventual aumento de las retenciones a las exportaciones de granos, el ministro descartó un incremento en los derechos de exportaciones y dijo que “hay una definición política tomada, es que no se van a aumentar las retenciones y todos deben estar alineados con la decisión política. Puede gustar más o menos, pero hay que alinearse con la decisión política y trabajar en forma coordenada.
Estamos buscando un mecanismo sin tocar retenciones para permitir redistribuir las rentas extraordinarias. Lo que buscamos es un mecanismo de redistribución de la renta extraordinaria, para atender a los sectores más desprotegidos y postergados. Esto va a requerir el apoyo del Congreso. Hoy hay ganancias inesperadas que no son fruto de más inversión o empleo. Si no hacemos nada, eso es regresivo”.
Finalmente, resaltó que “está garantizada la seguridad energética en la Argentina pero hay una tendencia constante a generar ansiedad. Está asegurado un suministro de 14 millones de m3 de gas boliviano. Se trabajó con Brasil que puso a disposición de la Argentina la disponibilidad de electricidad en volúmenes significativos. Si avanzamos en la producción de energía, tanto en Vaca Muerta como en energías renovables, vamos a poder bajar los costos para que la industria sea más competitiva. El gasoducto va a permitir conectar el norte con el sur del país y va a permitir producir más gas en Vaca Muerta y reducir los costos de producción”.
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> Con información de TÉLAM.
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