La portabilidad numérica es el derecho que tienen los usuarios de servicios de telecomunicaciones de la Argentina para cambiar de proveedor sin perder su línea, tanto en móvil como en internet para el hogar. Se trata de un derecho que lleva más de una década de implementación en el país y que sólo se ha traducido en beneficios para los usuarios de servicios de telecomunicaciones.
La portabilidad numérica permitió introducir una nueva dinámica en el mercado de las telecomunicaciones a nivel mundial, donde está vigente desde hace 20 años. En la Argentina llegó un poco más tarde, pero a tono con la evolución que experimentaron los servicios de telecomunicaciones y con la adopción que de ellos realizaron los usuarios.
Este derecho comenzó a regir primero para los servicios móviles, allá por 2012, gracias a la resolución 98/2010 de la entonces Secretaría de Comunicaciones. introdujo una dinámica en el mercado móvil que, hasta ese momento, no se había visto. La regulación obligó a las compañías móviles a mejorar la calidad de sus servicios con precios acordes a esa prestación.
Desde entonces, se eliminó cualquier tipo de barrera que impidiera a los usuarios cambiar de compañía y mantener su número de celular. Se sabe que es casi equivalente al número de DNI. Permite activar servicios y autenticar, inclusive, nuestra identidad en alguno de ellos. De ahí la relevancia de tener la libertad de optar por una compañía que brinda servicios y precios más acordes a cada necesidad.
Usuarios al poder
La portabilidad en Argentina empoderó a los consumidores. Porque tuvieron en sus manos una herramienta para decidir qué hacer ante la insatisfacción por el servicio móvil. Por eso, el mismo Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) enfatiza que “la portabilidad numérica permite a la persona titular de telefonía móvil cambiar de compañía telefónica cuando le resulte conveniente, conservando su número de celular”. Y agrega que “todos pueden acceder a la portabilidad numérica independientemente del plan o la forma de contratación que tengan”.
Esto quiere decir que cualquier usuario que quiera, puede optar por cambiar de compañía cuando lo considere conveniente. Para ello, sólo debe iniciar el trámite con su DNI en la operadora elegida. Tiene varios canales para hacerlo: a través de un número telefónico, completando un formulario online o yendo a una sucursal. El trámite debe completarse en un máximo de 48 horas hábiles.
A tal punto es relevante la existencia de este derecho que, desde su entrada en vigencia, allá por 2012, se han cambiado de compañía móvil más de 24 millones de líneas, según datos del Enacom hasta septiembre de 2024. La portabilidad numérica exige a las operadoras de servicios celulares a esmerarse por ofrecer los mejores servicios al precio más conveniente. Por eso se dice que la portabilidad es un factor de competencia.
También en internet al hogar
También existe la portabilidad de internet en el hogar. Si bien la portabilidad móvil es la más conocida, desde finales de 2022 existe el mismo derecho para el servicio de internet en el hogar. Es decir, si el usuario tiene contratado un servicio de internet en el hogar atado a un número de telefonía fija, puede cambiar de compañía sin perder ese número.
Es otro derecho contemplado por la normativa vigente pero menos conocido, aunque igual de importante, especialmente para aquellos profesionales o pymes que usan la telefonía fija como una de sus herramientas de trabajo.
La portabilidad numérica, en cualquiera de los dos casos, es también un motivador de la innovación para las compañías de telecomunicaciones. No sólo deben ofrecer buenos precios sino servicios que respondan a las demandas constantes y cambiantes de los usuarios que se valen cada vez más de la conectividad para aprender, trabajar, capacitarse y progresar.
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