El Poder Ejecutivo de la Nación emitió un nuevo decreto, el 1005/2024, que introduce cambios significativos en la regulación del servicio postal, afectando tanto a los operadores actuales como a nuevos actores interesados en ingresar al negocio.
Esta normativa, que modifica el Decreto Nº 1187/1993, “busca fomentar la competencia, simplificar procesos burocráticos y adaptarse a los avances tecnológicos”. Al respecto, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anticipó este lunes que la intención final del Gobierno es la privatización del Correo Argentino.
“En el caso del Correo es evidente, por ejemplo, en encomiendas tiene solo un 17% de participación del mercado por lo que queda clarísimo que es una actividad que puede hacer el sector privado”, dijo el funcionario en declaraciones periodísticas. “Se privatizará, o se concesionará, o se transferirá a los empleados, cualquiera de las formas en que pueda hacerse”, agregó.
El Decreto 1005/2024 se centra en la liberalización del mercado postal, eliminando las barreras regulatorias que anteriormente dificultaban la entrada de nuevos competidores. “Esta sobrerregulación de la actividad postal generó barreras de ingreso al mercado, restringiendo la competencia, lo que derivó en un servicio de peor calidad y mayores precios, perjudicando al usuario del servicio”, se menciona en los considerandos del decreto.
Con esta nueva disposición, los operadores postales podrán inscribirse de forma simple, electrónica, gratuita y declarativa, facilitando el proceso y eliminando la necesidad de trámites presenciales.
El mismo Sturzenegger había explicado horas antes en redes sociales que, para el Gobierno, “el correo ya no tiene valor estratégico, por lo que desde ahora permitiremos que cualquiera pueda participar del negocio”.
Además, elogió “la onda desreguladora de los ´90 y Domingo Cavallo con el decreto 1187/93”, quien “suprimió el monopolio y amplió los jugadores del sector. Sin embargo, persistían restricciones al ingreso a la actividad a través de complicados sistemas de registración y habilitación. Como siempre estos sistemas son eminentemente anti pymes y anti innovación. El Decreto 1005/24 elimina estas trabas”.
De acuerdo a la normativa publicada en el Boletín Oficial, “ya no existe más un proceso de habilitación; cualquier persona jurídica que desee manejar correo podrá hacerlo y solo deberá informar que está involucrado en dicha actividad. En mensajería urbana también lo podrán hacer las personas humanas. No se necesitará entregar documentación ni comprobar la tenencia de vehículos u otras instalaciones; se caen todos los trámites de habilitación: el negocio pasa a ser libre”.
Asimismo, detalla que desde ahora “se permite la plena digitalización de telegramas y documentos certificados, extendiendo los beneficios de la firma digital remota al negocio postal. Esperamos esto abra un nuevo e interesante negocio”, al tiempo que explica que desde el momento en que no hay más “exigencia de comprobar vehículos en mensajería urbana, cualquier actor podrá operar como punto de entrega y repartidor de envíos postales, facilitando el desarrollo del comercio electrónico y generando una fuente de ingresos adicionales para comercios, canillitas, remiseros y operadores de plataformas”.
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