“Cuando todavía no había aparecido en la Argentina el colectivo Ni una menos, ni habían salido a las calles miles de chicas reclamando por el fin del patriarcado, María Elena Walsh escribía, cantaba y pronunciaba palabras incómodas, cuestionaba los rígidos roles asignados a mujeres y varones, se resistía a lavar los platos por mandato y se manifestaba contra la misoginia y la violencia machista”, sostiene la información de prensa de El feminismo, un nuevo libro de María Elena Walsh. En vísperas de otro 8M, palabras y reflexiones más que necesarias.
El feminismo reúne textos escritos por la creadora de “Manuelita”, entre tantos éxitos, y publicados en diferentes diarios y revistas, columnas radiales, discos y escenarios, entre 1957 y 1998.
“Escritos a lo largo de cincuenta años -algunos inéditos-, son de sorprendente actualidad, la confirman como la referente intelectual que trasciende generaciones y la revelan, además, como pionera y precursora de la reciente eclosión de los movimientos de mujeres. Sin perder el humor y la paciencia, Walsh persuade con naturalidad y el alcance de su compromiso ético la ha convertido en un símbolo que enriquece y renueva el feminismo en la Argentina”, describe la sinopsis.
En el prólogo, Sara Facio, quien fuera su compañera hasta la muerte de la escritora en 2011 y estuvo a cargo de la selección de textos, señala: “María Elena no tenía pinceladas feministas -durante esas décadas nadie hablaba de feminismo-sino una conciencia de genero que está presente en toda su obra, aun en la infantil. Supo decir que el desafío para seguir pensando los grandes temas nacionales era erradicar los prejuicios sexistas por ser la base y el modelo de la opresión”.
Las 208 páginas que tiene el libro se dividen en seis capítulos, el primero es “Romper el molde” y el último, “Vientos de Cambios”.
A continuación, algunos pasajes:
De la canción “Orquesta de señoritas”
“Quien no fue mujer / ni trabajador / piensa que el de ayer / fue un tiempo mejor / y al compás de la nostalgia / hoy bailamos por error”.
Del artículo “Carta para una compatriota”
“El Movimiento de Liberación Femenina es una ideología revolucionaria, no exprimida de libracos apolillados, sino del cotidiano martirio de la mitad de la humanidad. Nace en las ferias y junto a las bateas, a la vera de las camillas de ginecólogos carniceros y a contrapelo de los viejitos célibes del Vaticano que vienen diagramando la conducta sexual según conviene a los intereses de los capitales y a las fluctuaciones del mercado bélico”.
Del ensayo “¿Corrupción de menores?”
“¿Educamos a nuestras niñas para que en el día de mañana (si lo hay) sean ociosas princesas del jet-set? ¿Las educamos para Heidis de almibarados bosques? ¿Las educamos para futuras cortesanas? ¿Las educamos para enanas mentales y superfluas “señoras gordas”?”.
Alfaguara. 208 Págs.
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