Este 17 de agosto conmemoramos un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del General Don José de San Martín. Cada año que pasa, su imagen se glorifica aún más, no solo por las gestas históricas que hizo por nuestra patria, la que defendió a pesar de las adversidades, sino por una manera de ver y entender el cariño hacia su tierra y a la gente que allí vive.
Acciones como el Cruce de los Andes, la liberación de Chile y Perú y artífice de la victoria en la Batalla de San Lorenzo; la que sentenció las aspiraciones españolas de reconquista de nuestra tierra, las vivió con una gran lucidez estratégica y batallando contra la falta de apoyo del entonces gobierno central.
A pesar de lo anteriormente nombrado, nunca se rindió y su carácter de líder moldeó el temple de sus soldados, que dieron su vida por nuestro suelo americano y la emancipación de los pueblos, con pocos recursos, pero con un trabajo inagotable que se alimentó en la causa mayor de los pueblos oprimidos, la libertad, la independencia.
Exiliado y condenado a cierto olvido cuando dejó la Argentina, se opuso fervientemente a utilizar su sable para derramar sangre de hermanos en épocas en que las guerras civiles entre unitarios y federales y la constitución de un Estado integrado estaba en disputa.
Fue su imagen y su historia la que el Doctor René Favaloro persiguió buena parte de su vida, plasmando su investigación y admiración al Libertador en el libro ¿Conoce usted a San Martín? Donde se encargó en expresar algunas palabras detalladas a continuación:
“El análisis cuidadoso de su vida, a mi entender, demuestra que la gran mayoría de los argentinos -civiles y militares- no la conoce en profundidad y, por el contrario, en infinidad de ocasiones San Martín ha sido y es utilizado para defender intereses bastardos, en especial a través de comparaciones y paralelismos, tratando de justificar desviaciones perniciosas de nuestro pasado lejano y reciente”, Doctor René Favaloro.
Quizás este día la mejor manera de honrar la vida de uno de los padres de nuestra patria sea ir en busca de su historia, conocerlo en mayor profundidad y entender porque en cada plaza, en cada pueblo, reposa un monumento en su nombre. Porque nuestro querido San Martín es mucho más que una figura de bronce, es o debería ser un guía para que el respeto por la patria no sea una opción, sino la única conducta posible luego de tanto sacrificio de nuestros próceres.
Máximo Brizuela, secretario General del Sindicato Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF).
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