El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), sin la presencia del rector Hugo Juri, rechazó ayer por la tarde la designación como profesores eméritos de los abogados Jorge Edmundo Barbará y José Luis Palazzo, por su condición de colaboradores de la última dictadura cívico-militar que azotó al país. Ambos integraron organismos del Estado Terrorista, en la Municipalidad de Córdoba y en el gobierno provincial, respectivamente. Fueron, lo que habitualmente se denomina, como “la pata civil” de la dictadura.
La designación de Barbará fue rechazada por 34 votos y se registraron tres abstenciones. Mientras que la propuesta de Palazzo fue rechazada por 35 votos y se contabilizaron cuatro abstenciones.
La sesión fue presidida por el vicerrector Ramón Pedro Yanzi Ferreira, que votó en contra de la designación de Barbará y Palazzo, pese a que en su momento desde la Facultad de Derecho, los había propuesto para la distinción. En ese sentido, cabe recordar que los expedientes de los dos abogados andan dando vueltas por la UNC desde 2018, cuando con el impulso de Guillermo Barrera Buteler, actual decano de Derecho de la UNC, y el propio Yanzi iniciaron el derrotero que culminó ayer.
La de Profesor emérito es una distinción que otorga la UNC para resaltar y reconocer, entre otras cuestiones, la labor académica, intelectual o cultural, tanto para la universidad como para la comunidad, de distintas personalidades. Normalmente es un trámite simple. Esta vez fue un escándalo político.
Fue una sesión atípica, que mostró los límites de la estrategia del oficialismo de la UNC para este caso. Un consiliario expresó en off a ENREDACCIÓN, que “hubo un mal cálculo político de lo que podía suceder”. Una vez que Yanzi Ferreira abrió el debate ante la presión de los distintos consiliarios, el peso argumental de las posturas contrarias a Barbará y Palazzo produjo un desmoronamiento de los representantes de la mayoría que gobierna la universidad. Dicho de otro modo, el tema se tranversalizó. Quizá en esa sucesión de intervenciones, la décana de Filosofía, Flavia Dezzutto, supo marcar una clave política que marcaba el grado de exposición que sufría la UNC ante la comunidad por semejante iniciativa: “Hay una diferencia entre funcionarios que sostuvieron un Estado Terrorista y los que no”. Barbará y Palazzo sostuvieron con su actuación un Estado Terrorista.
Sobre el final del extenso cruce virtual, la Facultad de Ciencias Sociales propuso reglamentar para el futuro el otorgamiento de estas distinciones, excluyendo a aquellos que integraron o apoyaron gobiernos dictatoriales.
Como toda victoria, depende de un momento. Y el momento fue cuando se interrumpió la votación de la moción de orden que presentó el decano de la Facultad de Derecho, Guillermo Barrera Buteler. Cabe acotar que primero se trató el caso de Palazzo y luego el de Barbará. Palazzo envió una carta que leyó Barrera Buteler, desistiendo de la distinción. Por ese motivo, el décano había mocionado que el expediente volviera a Derecho y fuera archivado. “La cuestión devino en abstracta”, expresó con típico lenguaje jurídico. Incluso, algunos consiliarios votaron, pero la presión opositora obligó a Yanzi Ferreira a interrumpir el procedimiento reglamentario e iniciar un debate que terminaría produciendo una estrepitosa derrota al sector más conservador y negacionista de la UNC.
Este medio había adelantado en su edición de ayer, que el oficialismo del Consejo Superior había decidido no apoyar la designación de ninguno de los dos, a raíz de las críticas y cuestionamiento recibidos, tanto por las revelaciones periodísticas, como por la oposición de directivos de otras facultades y de organismos de derechos humanos. Pero el acuerdo consistía en el camino que intentó Barrera Buteler. Una vez que la exposición pública que produce un debate de este tipo hizo su efecto, hasta Yanzi que, como dijimos, había impulsado a Barberá y Palazzo, les dio la espalda.
VER La UNC no designaría como profesores eméritos a Barbará y Palazzo, dos colaboradores de la dictadura.
Pese a ello, la decisión fue un fuerte golpe a un hombre clave del poder conservador en la provincia y en la universidad, como es Yanzi Ferreira. El ex décano de Derecho y actual vicerrector de la UNC es el hombre del peronismo cordobés allí y, también, de los factores de poder locales.
QUIÉN ERA BARBERÁ
Como reveló este medio, Jorge Edmundo Barbará había participado del gobierno de la dictadura. El abogado ocupó los cargos de subsecretario de Gobierno y de Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Córdoba entre abril de 1981 y enero de 1982, durante la administración de Rubén Juan Pellanda.
Barbará aparece también como uno de los firmantes de una polémica solicitada publicada en octubre de 1978 en la que varios docentes universitarios le reclamaban al embajador de Estados Unidos en Argentina, Raúl Castro, que no se preste a la “Campaña Antiargentina” impulsada por “los guerrilleros y activistas que huyeron” y hablan de “supuestas violaciones a los Derechos Humanos en nuestra Nación”.
El abogado y ex convencional constituyente, Carlos Vicente, recordó que “el 7 de septiembre del año 2001 Jorge Edmundo Barbará, que era convencional de Unión por Córdoba, fue impugnado en su título para integrar la Convención Constituyente de la Provincia de Córdoba. La razón de la impugnación fue “la inhabilidad moral ocasionada por la carencia de aptitudes para desempeñar su mandato”, cuestión que estaba motivada en su condición de integrante del gobierno de la Dictadura Militar””. En la oportunidad, Barbará no negó “los argumentos que se expresaron en la impugnación, sino que justifico la ruptura del orden institucional en la situación de peligro extremo que vivía el país”.
Llamativamente salió en su defensa el hombre que ahora le dio la espalda, Ramón Pedro Yanzi Ferreira. En ese momento, Yanzi Ferreira era decano de la Facultad de Derecho de la UNC y también convencional electo de Unión por Córdoba. Señala Vicente en su artículo, que “fue uno de los principales defensores de las virtudes de su colega Barbará (también decano, pero en la Universidad Católica de Córdoba) y agregó argumentos de tono ultramontano”.
Vicente recordó que aquella Asamblea Constituyente, que era presidida por el actual vocal de la Corte Suprema de Justicia, Juan Carlos Maqueda, decidió la eliminación de la Legislatura bicameral cordobesa y constituyó un sistema unicameral, que es el vigente en la actualidad. Vicente considera que aquella reforma constitucional dio nacimiento y soporte, en términos jurídicos e institucionales, al cordobesismo neoliberal que condujo el entonces gobernador, José Manuel De la Sota y continúa, en el presente, Juan Schiaretti.
QUIÉN ERA PALAZZO
Palazzo fue jefe de personal de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) y funcionario con rango de subsecretario del gobierno provincial durante la dictadura. Luego, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem, ocupó el cargo de interventor de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CNT).
Sin embargo, su historia salió a la luz con mayor claridad en el marco de la Megacausa La Perla, ya que se hizo pública una carta de Menéndez defendiendo el accionar de Palazzo en EPEC, donde persiguió a los dirigentes sindicales que conducía en ese entonces, el que fuera secretario Adjunto de Luz y Fuerza Córdoba, Tomás Di Toffino. Justamente, el gremialista fue secuestrado, torturado y desaparecido en el año 1977 en La Perla.
La carta de Menéndez que fue citada por Silvia Di Toffino, hija del desaparecido dirigente de Luz y Fuerza, está dirigida a un coronel llamado Oscar Joan y en ella Menéndez le asegura a ese militar que Palazzo “ha colaborado” con la dictadura.
La carta dice textualmente:
“Al señor Ministro de Gobierno de la Provincia de Córdoba, coronel Oscar Joan. De mi mayor consideración Me dirijo al señor Coronel porque he tenido noticias que el doctor José Luis Palazzo tiene una objeción formulada, no se sabe por qué servicio de inteligencia, por inclinaciones ideológicas izquierdistas. Quiero desvirtuar de plano semejante calumnia. Conozco al doctor Palazzo dese hace muchos años, por ser sobrino de una tía política mía. Tenemos, pues, parientes comunes. Además lo he tratado permanentemente. No solo el doctor no tiene simpatías ideológicas izquierdistas, sino que ha sido un luchador frontal contra los elementos comunistas que en su oportunidad infestaron nuestra provincia, en particular la Empresa de Energía de Córdoba. Allí en Epec desactivó y desplazó a los seguidores nada menos que de Tosco. Ruego entonces al señor coronel que se sirva darle a esta carta el trámite que juzgue conveniente a fin de eliminar tan injusta como errónea calumnia del legajo del doctor Palazzo. En la seguridad de que el señor coronel arbitrará las medidas para que se haga justicia, saludo a usted muy atentamente”.
>> COBERTURA
VER El rechazó de la UNC a Barbará y Palazzo: Un hecho de enorme valor simbólico.
VER La UNC no designaría como profesores eméritos a Barbará y Palazzo, dos colaboradores de la dictadura.
VER El caso de Jorge Edmundo Barbará: Impunidad y reincidencia.
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