Cuando aún restaban casi mil mesas por escrutar de las 9.060 que se habían dispuesto, Martín Llaryora y Myrian Prunotto, de Hacemos Unidos por Córdoba (HUxC), conseguían (a la 1:55) la victoria en la elección a Gobernador y Vice de la Provincia de Córdoba. Sin embargo, como la diferencia era de 50 mil sufragios y restaban todavía 200 mil por contar, Juntos por el Cambio (JxC) decidió esperar para reconocer el resultado hasta que la Justicia Electoral entregue un resultado definitivo. Lo mismo hizo HUxC, que no se declaró triunfador.
La fórmula oficialista conseguía 770.976 sufragios (42,69%) frente a los 718.901 votos de Luis Juez y Marcos Carasso (39,80%). Los votos en blanco sumaban 88.273, un 4,89% y se convertían en tercera fuerza.
El comicio tuvo una elevada polarización (82,49% entre HUxC y JxC) y dejó al resto de las fuerzas políticas participantes en valores inferiores al 3%, esto es, en los margenes del escenario político. En tercer lugar se situaba Encuentro Vecinal (Aurelio García Elorrio), con 3%; en cuarto, La Libertad Avanza (LLA, Agustín Spaccesi), con 2,50%; en quinto, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT, Liliana Olivero), con 2,37%; y en sexto, Creo en Córdoba (Federico Alesandri), 2,20%. La lista que representaba al Gobierno nacional fue la que más sufrió, ya que quedó muy por debajo de sus valores históricos.
Pese a las demoras, la tendencia parecía indicar que el triunfo correspondía al peronismo cordobés y sus socios electorales.
La demora se produjo por fallas en el servicio tecnológico de la empresa OCASA, que fueron contratados por el Gobierno de Córdoba y la Justicia Electoral. OCASA también brinda servicios logísticos a la administración provincial. Lo cierto, es que luego de las 23 del domingo, con el 80% de las actas sistematizadas, la carga de actas comenzó a avanzar con lentitud y a la 1:55 había avanzado apenas otro 9%. La escandalosa situación, derivó en que no pudiera confirmarse en pena madrugada el resultado electoral.
El oficialismo se imponía, al cierre de esta nota, a partir de las victorias que conseguía en Córdoba Capital y los departamentos San Justo y Santa María. Estos distritos son de los más poblados de la Provincia. Córdoba Capital, que gobierna Llaryora en la actualidad, le daba una ventaja de 49 mil votos sobre Juez. Y en San Justo, donde la ciudad cabecera es San Francisco, donde nació Llaryora, se alzaba con un margen de 20 mil votos extras.
Mientras que la fórmula Llaryora-Prunotto perdía en los otros departamentos de mayor tamaño, como Colón -de donde es oriunda Prunotto-, Punilla, Río Cuarto, General San Martín y Tercero Arriba. También el candidato del peronismo fue vencido en Marcos Juárez -donde nació Cambiemos- y San Javier, territorio del legislador en uso de licencia, Oscar González.
De manera global, HUxC se imponía en 15 departamentos y JxC en 11. En la distribución geográfica del voto, la oposición vencía en La Pampa Húmeda -centro, este y sur de la Provincia-, Punilla, y parte del Gran Córdoba. El oficialismo lo hacía en Córdoba Capital, Santa María (Alta Gracia), el Noreste y el Norte provincial.
En las 12 principales ciudades de la provincia, que representan aproximadamente el 60% de la población, Llaryora triunfó en Capital, San Francisco y muy ajustadamente en La Calera y en Alta Gracia.
Mientras que Juez se impuso en Río Cuarto, Villa María, Carlos Paz, Río Tercero, Bell Ville, Villa Allende, Jesús María y Villa Dolores.
También, a partir de cómo se dividió el voto, se puede observar que el peronismo de Córdoba fue corrido hacía su representación tradicional pre-José Manuel De la Sota y Juan Schiaretti; y JxC avanzó sobre los distritos permeables a su discurso y con preeminencia de los sectores agropecuario y agroindustrial. Este dato, es el más fuerte en relación a la próxima elección nacional.
Para Luis Juez, de confirmarse el resultado, será probablemente su último intento para llegar al Centro Cívico. Otra vez volvió a quedar en las puertas de la victoria. Pagó caro la falta de audacia de su discurso y de sus propuestas en la campaña electoral. Intentó un cambio en el sprint final, pero fue insuficiente. JxC ganó influencia territorial y legislativa para la nueva etapa, pero habrá que ver si logra mantener los niveles de unidad que alcanzó en este proceso.
Por último, el ajustado resultado muestra que, a nivel local, el oficialismo fue golpeado por su gestión; que la ampliación de la coalición que se estructuró para este comicio fue ineficaz para sostener al electorado propio; y que la candidatura del Gobernador Juan Schiaretti perdió una enorme porción de su volumen político para las PASO del próximo 13 de agosto. Pese a ello, el oficialismo igual se encaminaba a conseguir su principal objetivo, que era retener el Gobierno provincial.
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