Pasaron nada más que 21 años. El avión que Estados Unidos eligió en 1996 en detrimento del Pampa 2000, con el fin de entrenar a sus pilotos militares, llegó ayer a Córdoba para ser utilizado por la Fuerza Aérea Argentina en entrenamiento básico e intermedio. La decisión de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos derribó, en aquel momento, la última esperanza de salvar el proyecto del IA63 Pampa, un avión originalmente diseñado por la Fábrica Militar de Aviones en colaboración con la Dornier alemana, para entrenamiento y ataque. Más allá de las posibilidades reales o ficticias creadas por la Lockheed Martin -a cargo de la concesión de la fábrica en 1996- sobre las posibilidades de aquel proyecto en la primera potencia mundial, fracasó un negocio de 1.600 millones de dólares y con él, el destino de la industria aeronáutica militar nacional. Lo cierto es que el avión nacido con bandera suiza (Pilatus PC-9) y llamado en EE.UU Texan II, es la aeronave incorporada ayer por Argentina.
La adquisición se llevó a cabo en el marco del proceso de reequipamiento y modernización de la flota aérea que anunció el Ministerio de Defensa y que implica un alineamiento directo con Estados Unidos, incluyendo la posible realización de maniobras conjuntas en la Patagonia, un ejercicio para el que todavía el gobierno no cuenta con autorización del Congreso.
“Es un orgullo presentar estas aeronaves que son resultado del esfuerzo de la Nación y de todos los argentinos para equipar a nuestros pilotos con aviones de tecnología de punta. Este modelo de aeronave es utilizado también en los Estados Unidos para el entrenamiento de los pilotos de sus tres fuerzas, mientras que México las emplea para entrenamiento y para la lucha contra el narcotráfico. Este es el un enorme primer paso para recuperar los años perdidos en nuestra capacidad de entrenar a nuestros militares”, destacó el ministro de Defensa Oscar Aguad en la presentación.
Las cuatro aeronaves Texan II presentadas este lunes son las primeras de un total de 12 que se sumarán a los sistemas aéreos existentes en la Escuela de Aviación Militar de la Fuerza Aérea Argentina. Estas aeronaves son utilizadas por las fuerzas armadas de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Grecia, y Marruecos, entre otros países. La operación se realizó por un monto de 160 millones de dólares, incluyendo las aeronaves, sus repuestos y logística.
“Por tal motivo, su incorporación permite un avance significativo en la formación técnica de los cadetes e implica una mejora tecnológica sustancial para el Curso Conjunto de Aviadores Militares”, informó la cartera nacional.
“La llegada de los primeros aviones Texan II representa un hito extraordinario en la transformación que la institución necesita, y nos comprometemos en ese camino”, señaló en la presentación el jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Víctor Amrein.
“Este proceso no fue fácil, se presentaron contratiempos y algunos obstáculos pero, con el convencimiento de estar en el camino correcto y con el apoyo del Ministerio de Defensa y del Poder Ejecutivo Nacional, este sueño se ha hecho realidad”, agregó Amrein.
Durante el acto también estuvieron la Secretaria de Servicios Logísticos para la Defensa y Coordinación Militar en Emergencias, Graciela Villata, y el subsecretario de Formación, Alejandro Gómez, entre otras autoridades militares y civiles.
En representación de las Fuerzas Armadas, en tanto, asistieron el titular del Estado Mayor Conjunto, teniente general Bari del Valle Sosa; el jefe del Ejército, teniente general, Diego Luis Suñer, y el de la Armada, almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur.
EL TEXAN II
El Beechcraft Texan II es un avión turbohélice que tuvo su bautismo en Estados Unidos en el año 2000. Es pilotado por dos tripulantes y cuenta con una autonomía de aproximadamente tres horas a una velocidad crucero de unos 500 km/h. Es un producto de Texton Aviation, que tiene su planta fabril en la ciudad estadounidense de Wichita, en el estado de Kansas.
En Estados Unidos, los pilotos de combate realizan entrenamiento básico e intermedio en este avión, antes de pasar a las naves de combate a reacción. Mientras que en México, también es utilizado para la vigilancia de zonas fronterizas. Aquí llegan como aviones de instrucción, aunque pueden ser utilizados para derribar pequeñas aeronaves.
El Texan II es competidor internacional de los Tucano de origen brasileño, aviones que ya tiene la Fuerza Aérea.
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