La organización de Derechos Humanos Abuelas de Plaza de Mayo anunció que a los 100 años falleció, en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, Nélida Decristofano de Orzaocoa. La Abuela de Plaza de Mayo buscaba a su nieto o nieta, desaparecido en el vientre de su madre, María de las Mercedes Gómez, hace 47 años, en Córdoba.
“Despedimos con mucha tristeza a Nélida Decristofano de Orzaocoa, Abuela pampeana que falleció a los 100 años con el deseo incumplido de abrazar a su nieto/a”, escribieron desde la organización en un comunicado.
Su nuera, María de las Mercedes Gómez, era militante del PRT y fue secuestrada el 21 de marzo de 1975 en la vía pública, en Córdoba, con un embarazo de seis o siete meses. El secuestro ocurrió durante el Gobierno democrático de Isabel Martinez de Peron y fue obra del Comando Libertadores de América. Junto con Mercedes fue secuestrada su compañera de militancia Graciela Maorenzic.
En tanto, el hijo de Nélida, Carlos Orzaocoa y su nieta Mariana, de casi dos años, lograron exiliarse en España.
De acuerdo a los testimonios obtenidos por la familia, se cree que Mercedes permaneció detenida en la D2, en la ciudad de Córdoba.
“Desde entonces, Nélida soñó abrazar a ese nieto o nieta que debió nacer en mayo o junio de 1975. Esperaba recibirlo/a con una gran fiesta en la plaza principal de su ciudad, con una tallarinada y la actuación de la orquesta sinfónica de Santa Rosa”, señalaron las Abuelas en el comunicado.
Nélida era una mujer dulce y coqueta, ávida lectora de diarios y cantante de zambas. En los últimos tiempos se sumó a distintas campañas de difusión de Abuelas con su mensaje de esperanza y búsqueda, agregaron.
Desde Abuelas enviaron un abrazo a su familia y se comprometieron a continuar con la búsqueda de su nieto o nieta, “para transmitirle su lucha y el amor con el que lo/a esperó”.
Según recordó el diario La Arena, de Santa Rosa, Nélida nunca perdió su esperanza de hallar a su nieto o nieta y así lo reflejó en 2019, cuando fue entrevistada al ir a votar: “Nunca pierdo las esperanzas de hallar a mi nieto, Dios me da vida para encontrarlo, quiero hallarlo para poder darle un abrazo, espero que pueda verlo”.
LA CARTA DE MARIANA ORZAOCOA A SU HERMANO O HERMANA
> Con información de TÉLAM.
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