El fiscal Hugo Almirón pidió penas de prisión perpetua para los tres principales acusados del robo y posterior tiroteo en barrio Nueva Córdoba, ocurrido el 16 de febrero de 2018. En el juicio que se desarrolla en la Cámara 8ª del Crimen integrada por jurados populares, el fiscal también solicitó siete años para dos hermanos acusados de entregar información a la banda.
Aquella noche, los asaltantes entraron con armamento sofisticado y de alto poder de fuego a un departamento del séptimo piso en Rondeau 84, donde funcionaba una financiera. Pero el golpe se malogró y los delincuentes escaparon a los tiros con la Policía, en una zona transitada por cientos de estudiantes. Como consecuencia, murieron el suboficial Franco Ferraro (29) y los dos líderes del grupo: Ricardo “el ciego” Hidalgo (62) y Ricardo Serravalle (54), viejos conocidos del hampa cordobés. Otras ocho personas resultaron heridas.
VER “Disparé, pero para salvar mi vida, porque nos estaban cazando”.
Almirón consideró que Diego Tremarchi (32), Ariel Murúa Rodríguez (43) y Ariel Gramajo (43) son responsables de homicidio criminis causae, calificación que contempla una única pena: prisión perpetua. “Sabían y estaban dispuestos a matar si había que matar, para garantizar impunidad”, dijo el fiscal. “Cuando se pudrió todo, cuando llegó la policía, se fugaron a los tiros, luego huyeron, lo negaron hasta último momento, el Estado gastó fortunas en encontrarlos”, agregó.
Tremarchi, que actuaba de “campana” afuera del edificio, fue capturado esa noche. Un rato antes, ante los jueces, dijo: “Si yo disparé fue para salvar mi vida, porque nos estaban cazando”. Murúa Rodríguez fue capturado meses después en el gran Rosario. Durante el juicio declaró su pareja, quien le había pedido que se entregue. “¿Sabés cuánto vale la vida de un Policía? no voy a salir más”, le contestó. Gramajo fue atrapado en el Gran Buenos Aires, era el encargado de abrir la caja fuerte y ayer dijo que no llevaba armas.
El trío de asaltantes escuchó los alegatos desde el penal de Bouwer, por sistema de videoconferencia, por medidas sanitarias ordenadas por el COE. Los otros dos acusados son los hermanos Miguel Ángel Mitre (65) y Teresa Mitre (69), empleada del dueño de la financiera, Guido Romagnoli. Los Mitre son tíos abuelos de Tremarchi y ese fue el enlace con la banda. Almirón pidió siete años de prisión para ellos, acusados de ser partícipes de robo calificado. De ser condenados, ambos podrán cumplirla en sus domicilios a causa de su avanzada edad.
Para Almirón, Mitre no era “una simple empleada”. “Llevaba sobres con plata a entidades financieras, hacía cobranzas y estaba al tanto de todos los movimientos que había en ese lugar”, dijo; y agregó: “Hay un verdadero pacto de silencio. Entre la pareja damnificada y Teresa Mitre. Romagnoli no pueden negar que había mucho más que operaciones inmobiliarias, en ese lugar”. Duranta la primera audiencia del juicio, el 3 de marzo, tanto Romagnoli como Melisa Sosa, su novia, defendieron a Mitre.
CUEVA FINANCIERA
Las actividades financieras que Guido Romagnolli, ahora de 33 años, desarrollaba en su domicilio son investigadas por una fiscalía de la Justicia Federal. Sin embargo, las palabras “cueva financiera” “bolsos con billetes” “títulos” “cheques” sobrevolaron durante toda la audiencia, tanto en los dichos de los imputados como en el alegato del fiscal.
“Estoy convencido que allí no había simples operaciones inmobiliarias, lo cual de ninguna manera justifica lo que pasó”, expresó antes de pedir que la sentencia sea remitida a las autoridades federales encargadas de hacer la investigación.
El fallo, para el fiscal, también debe ser enviado a las autoridades de la Policía de Córdoba para que “se instrumenten capacitaciones”. Para Almirón, la muerte de Ferraro era evitable. Los uniformados llegaron alertados por un “hecho menor” y se encontraron un grupo comando.
“No voy a mirar para otro lado. Sería necio no admitir que en el operativo hubo irregularidades en el resguardo de la prueba”, agregó después. Se refiere a la desaparición de la pistola Glock 40 calibre 9 milímetros que usaba Ricardo Seravalle y con la que, según la pericia balística, hirió al policía Williams González y asesinó a Franco Ferraro. El arma homicida desapareció durante la instrucción y alcanzó para que se instalará la versión de las “balas policiales” como responsables de la muerte de Ferraro.
Para desmontar esa hipótesis, Almirón usó el informe balístico que sostiene el proyectil extraído de la autopsia y el que impactó en el chaleco del Williams González “han sido lanzados por una misma arma de fuego”.
INCIDENTADA
Apenas iniciada la jornada, el abogado Carlos Hairabedian planteó la nulidad de la última audiencia, realizada el jueves pasado. Argumentó que “las fallas técnicas” en la trasmisión de la videoconferencia impidieron que su defendido, Alejandro Gramajo, pudiera intervenir y defenderse.
El tribunal técnico de la Cámara integrado por Marcelo Jaime (presidente), Eugenio Pérez Moreno y Juan Manuel Ugarte rechazó el planteo apoyado en los argumentos del fiscal: la presencia de los abogados en la sala garantiza el derecho a defensa.
El incidente, más la declaración de cuatro de los imputados, hicieron que el inicio del alegato se postergue hasta 11.30. Por disposiciones del COE, la sala debe desalojarse antes de las 14. Por ese motivo, los alegatos de los cinco abogados defensores serán receptados hoy. Si todo sale como está previsto, la Cámara espera dictar sentencia el lunes, luego de escuchar las últimas palabras de los acusados.
—
>> Si estás de acuerdo con el periodismo crítico y comprometido, te invitamos a asociarte a ENREDACCIÓN, el sitio de noticias con información de Córdoba: INGRESÁ AQUÍ.